EE.UU. acusa a «hackers» chinos de robar datos de la vacuna del Covid-19 a varias compañías, incluida una española
En una rueda de prensa, el responsable de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia, John Demers, especificó la lista de países afectados.
EE.UU. ha acusado a dos «hackers» chinos de robar información de compañías privadas de todo el mundo dedicadas a la investigación de vacunas, tratamientos y test para combatir la pandemia de Covid-19. Según el escrito presentada por el Departamento de Justicia, los dos ciudadanos chinos fueron asistidos por un miembro del Ministerio de Seguridad Estatal de China, una agencia de espionaje dedicada a la contrainteligencia, la inteligencia en otros países y la seguridad política dentro del territorio chino.
Los «hackers», según la acusación, actuaron en beneficio propio y del Gobierno de China, con una campaña de robo de información que se ha alargado durante diez años y que incluye compañías en EE.UU., Alemania, Australia, Bélgica, Corea del Sur, Holanda Japón, Lituania, Reino Unido, Suecia, y España. En el caso español, se trata de un contratista militar, según el escrito de acusación.
Los acusados también atacaron bases de datos de gobierno, de disidentes en China y Hong Kong y de organizaciones de derechos humanos. Se trata de Li Xiaoyu, de 34 años, y Dong Jiazhi, de 33 años, que se enfrentarán a once cargos por, entre otras actuaciones, «investigar las debilidades en las redes de empresas de biotecnología y otros sectores conocidas por trabajar en vacunas, tratamientos y tecnología de test para el Covid-19».
«China tiene ahora un sitio, junto a Rusia, Irán o Corea del Norte, en el vergonzoso club de los países que dan refugio a criminales cibernéticos a cambio de que esos criminales estén “de guardia” para trabajar para el beneficio de su Gobierno», aseguró el fiscal adjunto John Demers, el más alto cargo del Departamento de Justicia de EE.UU. sobre seguridad nacional. «En este caso, alimentan el hambre insaciable del Partido Comunista chino por la propiedad intelectual conseguida con el esfuerzo de compañías estadounidenses y otras que no son chinas, incluidas las que investigan el Covid-19».
La acusación es el último episodio de la escalada de tensiones entre Washington y Pekín, cuyas relaciones se han deteriorado tras años de guerra comercial y viven su momento más bajo desde la aprobación por parte de China de una ley de seguridad autoritaria en Hong Kong.
La semana pasada, EE.UU., Canadá y Reino Unido acusaron a grupos relacionados con la inteligencia de Rusia de tratar de acceder a datos sobre la investigación de la vacuna contra el coronavirus.
AHORA A PELEARSE POR LA VACUNA.
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