Prepara la cartera. Uno de los grandes inconvenientes de los coches eléctricos es que sus baterías aún son elementos muy caros, más que cualquier otro componente. Se estima, y esto depende lógicamente de cada firma, que la sustitución de una batería de un coche eléctrico supone un desembolso de entre 5.000 y 6.000 €. Esto es mucho más que, por ejemplo, un mantenimiento rutinario caro en un vehículo de combustión, como el cambio de la correa de distribución, por poner un ejemplo. Por fortuna no hay una cifra de kilómetros o tiempo que indique que es necesaria una sustitución. ¿Se puede cambiar la batería de un coche eléctrico? Sí, pero no es una operación que podamos hacer “en casa” y será necesario acudir a un taller especializado.
Los fabricantes han ideado sistemas de alquiler de la batería, como Renault, de modo que no somos propietarios, pero sí disfrutamos de algunas ventajas. Para empezar, el precio en el momento de la compra es inferior. Por otro lado, el alquiler va asociado a una garantía, lo que permite obtener asistencia en caso de avería, asumiendo el coste la marca. Los alquileres varían entre 40 y 50 € al mes (Renault), y pueden ir asociados a servicios de asistencia en carretera. Además, podríamos acceder a futuras actualizaciones de la misma. Si compramos la batería es nuestra, pero el coste de la batería, fuera de la garantía contratada, es a asumir por el cliente.
Y EL DESTRUIRLAS O RECICLARLAS CUESTA MUCHO DINERO, DE AHI LOS IMPUESTO QUE LE VAN A PONER, COSA QUE HORA CALLAN LOS GOBIERNOS.
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