LUCHA POR TU DIGNIDAD SOCAVADA.
Domingo, 12.00 horas de una, medio soleada, “mañana de Covid” en Oviedo. Estoy preparando clases para la semana, oigo a la gente tocar el claxon y me siento parte de la Humanidad, con mayúscula, sí, de nuevo. Me asomo a la ventana, desde la que puedo ver la plaza de América. Me siento orgullosa en estos momentos de ser asturiana, así somos, valientes y luchadores.
Solo leo y escucho asuntos relacionados con esta pandemia y ya estoy hasta más arriba de la cabeza y ya sobrepasa mi entendimiento, porque a veces me veo rodeada de la nada. Voy a contarles un caso real, cercano a mí, que ocurrió la pasada semana en Inglaterra. Intentaré ser concisa y clara, porque ya hay mucha gente harta de este “engaño planetario” de niveles estratosféricos. Seguro que a alguien más que a esta familia le habrá pasado algo parecido en algún lugar, que antes se llamaba mundo y ahora se llama La Nada, en la que vale todo.
Harry, un señor de “ochentaitantos” años, había vivido apartado desde octubre del año 2016, tras la muerte de su esposa, Norah, en un pequeño apartamento que la familia de su hermano muy amablemente le había construido, aprovechando un garaje anexo a la casa. Solo se había relacionado con esta familia y siempre con mascarilla desde que empezó “La Trama de Muerte Universal por/con Covid-19”.
La semana pasada, se empezó a encontrar un poco mal; los servicios de urgencias lo trasladaron al hospital, donde, qué coincidencia, le inyectaron la vacuna para el Covid, sin permiso de nadie. Duró un par de horas. Lo intentaron resucitar varias veces, pero fue en vano. El informe enviado a su familia fue “Muerte por Covid”. Él salió de casa con un infarto, recuerden.
Espero que Dios perdone a estos seres deleznables y mentirosos, que no dan la cara jamás. No son los sanitarios que lo trasladaron, sino los que están en la cúspide del poder en cada país. Gente totalmente vendida a él, que se vende, como en la película dirigida por Sergio Leone, “Por un puñado de dólares”. Yo siempre estoy esperando ese Juicio Final para que todos aquellos –que están destrozando las familias, las costumbres, las formas de vida, la ética, la moral, el respeto a los niños y la religión, todo esto es una forma de vivir– paguen por ello con toda la dureza del Universo.
Doy las gracias a los valientes de Oviedo que hoy han salido a la calle a protestar en sus coches sobre lo que está siendo y es injusto, por ejemplo, dejar a las personas de los negocios en general sin medio alguno del que poder (sobre-)vivir, el estar dando clases con las ventanas abiertas y los alumnos tapados con pequeñas mantitas los días de más frío, mucho, mucho frío. Estos alumnos deberían ser premiados con el “Premio Nobel de la Paz”, ellos son los verdaderos pacifistas y no a otros grupos o personas que ustedes ya conocen (lo malo se “blanquea” y aparece como bueno, pónganle ustedes el nombre, porque ya lo saben).
Escribir es una catarsis, aprovechen a escribir públicamente lo que piensan, porque en breve esta libertad ya no estará disponible para aquellos que “no comulgamos con ruedas de molino”, que somos muchos, pero parece que no nos atrevemos a plasmar nuestros pensamientos en papel.
Harry, esta carta te la dedico a ti. Como ya estarás en el Paraíso, muy cerca de Dios, cuéntale lo que está ocurriendo en la Tierra, aunque ya lo ve; quizás Él nos ayude a revertir los acontecimientos y a hacer caer las caretas de aquellos que nos intentan manipular y tratan de desmoralizarnos, engañarnos y, finalmente, convertirnos en ovejas que siguen a los diferentes pastores que siguen al pastor principal.
Les dejo tranquilos de nuevo en esta mañana de domingo, en la que organizo mis clases semanales. Luego escribo mis pensamientos, que no importan a nadie, pero a mí sí. Nadie, nadie puede obligarnos a creer que lo que está mal está bien, que es lo que está aconteciendo en la actualidad a nivel global, que es lo que mola.
No puedo evitar dejarles una de mis canciones favoritas, de Celia Cruz de todos los tiempos, que nos ayudará a llevar mejor la semana que está a punto de comenzar: https://www.youtube.com/watch?v=0nBFWzpWXuM
Hala, hasta nueva carta, queridos lectores, si me da tiempo. Escriban, escriban, escriban siempre sus pensamientos, no se avergüencen de ellos, serán los que cambiarán el mundo de ahora a un mundo mejor. Y falta nos hace.
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