ES UN HONOR PARA ESPAÑA.
Se acaban de cumplir recientemente y casi en silencio, porque este puñetero virus epidémico todo se lo lleva por delante, cambiando nuestro sistema de vida por completo, o llevándosela en tantos miles de casos. Como de todos es sabido, esta unidad militar fue fundada por el general Millán-Astray (creo que entonces era coronel y teniente coronel), y hasta su himno o canción guerrera es suyo también, pues era a su vez un intelectual con un buen dominio del verso. Nuestra guerra (impopular y que tantas viudas dejó en la península) estaba entonces en su período más intenso en Marruecos, con las cábilas rifeñas que mandaba Abd el-Krim. Y en esa guerra ya había perdido un ojo y un brazo Millán-Astray. El que luego se uniera al bando que se sublevó en 1936 no puede desmerecer su heroísmo en la guerra con Marruecos, entonces protectorado español. Que impopularmente mantuvimos con miles de víctimas.
En realidad, lo que fundó Millán-Astray no fue la Legión sino el Tercio, inspirado en los famosos y heroicos tercios españoles de Flandes, que Velázquez inmortalizó en su cuadro titulado “La rendición de Breda”, conocido también como “Las lanzas”, que esgrimen en él los soldados del Tercio que aparecen formados a la espalda del marqués de Spínola, que recibe con elegancia la llave de la ciudad que le entrega de igual manera el vencido flamenco.
Y en esos tercios españoles, vencedores en la campaña de Flandes, se inspiró Millán-Astray para formar y fundar esa unidad militar de élite que es la Legión, que nos enardece y hace vibrar en sus desfiles y paradas militares, como ocurre en Málaga en Semana Santa cantando su himno y llevando a su Cristo de la buena muerte. Tercio y Legión vienen a ser una misma cosa o definición, como se dice en esta canción legionaria, que comienza así: “Nadie en el Tercio sabía / quién era aquel legionario, / tan audaz y temerario, / que a la Legión se alistó”...
Y sigue la canción con el retrato de la novia del legionario y su muerte heroica.
Sí, cien años ya de la fundación de la Legión, obligado se nos hace recordarlo hoy aquí, con nuestra estimación y mejores deseos a esos bravos militares españoles que son novios de la muerte, como dicen en su canción legionaria.
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