El Gobierno aprueba una subida fiscal en plena crisis para sostener el «mayor gasto social de la Historia»
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cifra el aumento recaudatorio a diésel, grandes empresas, rentas altas y refrescos en 1.800 millones y deja fuera la subida del IVA a la Sanidad y la Educación o la bajada de impuestos a las pymes.
El Gobierno ha dado luz verde a las cuentas más expansivas de la Historia, aquellas que tienen el mayor gasto social registrado en unos presupuestos, financiado con una subida de impuestos como no se veía desde 2012. El menú fiscal apunta a grandes empresas, rentas altas, bebidas azucaradas, plásticos, residuos diésel y patrimonios, en las mismas cuentas en las que se recoge «el mayor gasto social de la Historia», como ha anunciado la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en rueda de prensa. Ello diseña unas cuentas expansivas, donde el desembolso social se dispara a la friolera de 239.765 millones de euros.
Los Presupuestos incluyen los 27.000 millones en fondos europeos que impulsan aún más unas cuentas que suben las pensiones y de las nóminas de los empleados públicos un 0,9%, un alza que es del 1,8% para las pensiones no contributivas, que perciben unas 450.000 personas. Los servicios sociales incrementan su partida un 70,3% y la Dependencia un 34,4%, incluyendo un aumento de la inversión del 250%, alimentada por 19.600 millones de euros de fondos europeos.
Todo ello llevará al déficit al 7,7% del PIB, una reducción frente al 11,3% de 2020 por el crecimiento de la economía, pese a los mayores gastos. Porque los ingresos no cubrirán este aluvión de medidas. Curiosamente, la subida de impuestos será menor a la estimada en un inicio por el Ejecutivo en el plan presupuestario, tras la negociación entre Podemos y PSOE. Fruto de ello, el techo de gasto o límite de gasto no financiero ha bajado en 1.641 miillones frente a lo aprobado hace escasamente dos semanas, hasta los 194.456 millones.
Algunas medidas apalabradas ya no van y en lugar de 6.800 millones que estimaba recaudar hace dos semanas, el incremento fiscal se queda en 1.862 millones de euros, 4.223 con los nuevos impuestos y medidas fuera de las cuentas. Porque junto a los Presupuestos, en 2021 también irrumpirán la tasa Google (933 millones), la tasa Tobin (850) y el nuevo impuesto a los envases de plástico (491), otro a los residuos (en coordinación con las comunidades para ingresar 861 millones) y los 828 millones de la nueva ley antifraude. Este ajuste tendrá un efecto amplificado sobre la actividad, en un momento en el que esta se encuentra saliendo de la recesión.
Finalmente se ha quedado fuera, entre otras, la subida del IVA de la Educación y la Sanidad privada. Como avanzó ABC tampoco irá la prometida rebaja en el Impuesto de Sociedades a las pymes. Pero sí que se incluye un amplio menú de incrementos fiscales: desde el diésel a las aseguradoras, los refrescos, la gran empresa o las rentas altas.
Más subidas de impuestos a futuro
Porque el grueso de la reforma fiscal que viene se aplaza, encargando a un comité de expertos una propuesta para aprobarse una vez se supere la crisis del coronavirus. Por el momento, se subirá la fiscalidad al diésel, el Impuesto de Sociedades a los beneficios de filiales de aquellas empresas que facturen más de 40 millones de euros –con un periodo de transición de tres años para el resto–, un alza del IRPF a las rentas superiores a 200.000 euros, los impuestos a las primas del sector seguro que pasa del 6% al 8% y el IVA a las bebidas azucaradas, que salta del 10% al 21% para ingresar 400 millones de euros, siguiendo las recomendaciones sanitarias de organismos internacionales.
IRPF a las rentas por encima de 200.000 euros
De esta forma, Podemos ha conseguido que el PSOE ceda y, como informó ABC, ha colado una subida de IRPF a las rentas del capital superiores a 200.000 euros de tres puntos, hasta un tipo del 26% –frente al 23 actual–. Así, para los ingresos del trabajo por encima de los 300.000 euros, la subida será de dos puntos, pasando el tipo marginal del 45% al 47%. Este último incremento afectaba a las rentas por encima de 140.000 euros en los anteriores Presupuestos de 2019 que tumbó el Congreso, y se incrementaba a cuatro puntos (al 49%) para las de más de 300.000 euros. Finalmente PSOE y Podemos han llegado a una suerte de solución intermedia con un impacto político mayor que el recaudatorio: ingresará 491,4 millones –presumiblemente en dos años, ya que afecta a los ejercicios 2021 y 2022 por la declaración– y afectará a 36.197 contribuyentes, un 0,17% del total.
Como también tiene un valor político y no tanto fiscal la subida del Impuesto de Patrimonio de un punto a los que ganan más de diez millones de euros. La Autoridad Fiscal estimó hace dos años que esta misma medida hubiera ingresado entre 8 millones y cero euros frente a los 339 millones que pronosticaba entonces el Ejecutivo. Como Patrimonio depende de las comunidades, estas son las que deben aprobar la subida y no el Estado, lo que desinfla las previsiones de recaudación. La propia ministra ha admitido que cada comunidad puede aplicar o no este incremento y que realmente, hasta la reforma de la financiación autonómica, no habrá cambios efectivos. Lo que sí tendrá efecto es que se mantiene indefinidamente el Impuesto de Patrimonio, que hasta ahora, debía prorrogar cada presupuesto.
Más impuestos a planes de pensiones individuales
El incremento fiscal vendrá sobre todo de la revisión de la fiscalidad de los planes de pensiones. Los presupuestos acotarán las reducciones en el IRPF de planes de pensiones individuales de un máximo de 8.000 euros de aportación al año a 2.000, mientras los planes colectivos de empresa subirán el límite de aportación de 8.000 a 10.000 euros. Eso sí, los ingresos no vendrán hasta 2022 –por provenir de la declaración de la Renta– y supondrán 580 millones de euros.
1.520 millones de alza a la gran empresa
Una subida sorprendente que sí que va finalmente es la de la primas de los seguros, que sube su tipo del 6% al 8%, una medida que la ministra de Hacienda ha justificado en que el impuesto «no se cambiaba desde 1998». Con ella estima recaudar 455 millones más este año y 52 adicionales en 2022.
Porque serán las empresas las que paguen la mayor parte de la andanada de subidas. Así será con la limitación del 100% al 95% la exención a plusvalías y dividendos de grandes empresas sobre sus filiales tanto del exterior como de España. Un incremento que en 2021 y 2022 supondrá 1.520 millones que pagarán 1.739 empresas, un 0,12% de total. La medida afectará a las que facturen más de 40 millones, abriéndose un periodo de transición de tres años exentos para el resto.
Subida fiscal al diésel
Otros 500 millones se recaudarán del aumento del Impuesto sobre Hidrocarburos al diésel, donde el tipo estatal pasa de 30,7 céntimos el litro a 34,5. Esta medida no era del gusto de Podemos, pero el PSOE la ha incluido finalmente. Montero ha especificado que el gasóleo profesional y bonificado no sufrirá variación, por lo que no afectará a tranportistas.
ES UNA RUINA Y UNA LOCURA
No hay comentarios:
Publicar un comentario