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miércoles, 28 de octubre de 2020

EL EJEMPLO DENIGRANTE DE MUCHOS DE NUESTROS POLÍTICOS

LO QUE MÁS ME INDIGNA ES QUE NOS TOMEN POR TONTOS.

Dice un viejo refrán español: “Consejos vendo, que para mí no quiero”. Y esto es lo que han hecho nada más y nada menos que dos ministros del Gobierno en pleno estado de alarma. Me refiero al ministro de Sanidad, Salvador Illa, y a su compañera la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Ambos no dudaron el pasado lunes, según nos cuentan los medios de comunicación, en asistir a la fiesta de gala que organizó el periodista Pedro Jota Ramírez para celebrar el quinto aniversario de su diario digital “El Español”.

En esa efeméride se dio cita la flor y nata de la burguesía española: banqueros, políticos, artistas, empresarios y periodistas; en total, unas 150 personas, que convivieron durante unas horas en una animada velada sin importarles lo más mínimo que ahí afuera, en la otra España a la que no parecen pertenecer, millones de ciudadanos vivamos angustiados y acorralados por el maldito bicho.

Estas personas, comenzando por el organizador del sarao y finalizando por los ministros del Gobierno, sin olvidarnos tampoco de la oposición, con el señor Casado al frente, han cometido un grave error no solo por demostrarnos que no se respetaban las normas de seguridad -llevar mascarillas puestas en todo momento y guardar las distancias que exige el protocolo sanitario para espacios cerrados, como era el caso-, sino también por su falta de responsabilidad, la cual suelen exigir constantemente para los demás.

Los ciudadanos ya empezamos a cansarnos de que nuestros políticos nos tomen el pelo, de que se rían de nosotros en nuestras propias narices. No puede ser que personas de relevancia política, nada menos que dos ministros, tengan la desvergüenza y la irresponsabilidad de irse de festorra, incumpliendo las normas que nos piden constantemente a los ciudadanos que respetemos para vencer la pandemia.

Y lo más decepcionante de todo es que aquí nadie dimite; ya se pueden cometer las mayores barbaridades que en este santo país nadie abandona el banquillo que le da de comer. Como mucho, un tímido “lo siento, reconozco que lo mejor hubiera sido estar en casa”. Esa fue la única respuesta que ha dado públicamente todo un ministro de Sanidad ante el escándalo de comentarios surgidos en las redes sociales.

Habrá que estar vigilantes los próximos días para comprobar si el señor P. Jota Ramírez hubiera cursado también invitación a un señor que últimamente está muy de actualidad en todo el mundo; se llama covid. Este invitado tiene la mala costumbre de pasar desapercibido, de ser invisible. De todas formas, si estuvo de festorra, lo sabremos próximamente...

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