Cientos de personas se aglomeran sin mascarilla para celebrar Sant Joan en una ciudad de Menorca
La cancelación de los actos protocolarios no ha evitado que numerosos residentes se hayan concentrado sin protección y sin guardar la distancia de seguridad en Ciutadella.
La cancelación de los actos protocolarios de las fiestas de Sant Joan de Menorca de este año, por el coronavirus, no ha impedido que este martes se hayan concentrado de manera festiva en una calle de la localidad de Ciutadella cientos de personas sin mascarillas y sin guardar la preceptiva distancia de seguridad. Dichas personas querían mantener de manera improvisada el espíritu de la citada celebración. Las imágenes han sido captadas por el canal autonómico balear IB3 este mediodía.
Las tradicionales fiestas de Sant Joan en la antigua Medina Menurka tienen lugar el 23 y el 24 de junio de cada año. Sus orígenes se remontan al siglo XIV y su sentido originario era cristiano, ya que en esas fechas los habitantes de Ciutadella se dirigían en romería hacia la ermita levantada en honor de San Juan. En la actualidad, esta celebración tiene un carácter esencialmente lúdico y festivo, con la participación de los «cavallers» o jinetes, que realizan diversas pruebas ecuestres. La presencia de los denominados «caixers» es también fundamental, pues representan a los cuatro antiguos estamentos sociales: los religiosos, los nobles, los artesanos y los payeses.
El reconocimiento y la popularidad de las fiestas menorquinas de Sant Joan han ido en aumento en las últimas décadas, circunstancia que ha contribuido a que en las ediciones más recientes esta celebración haya contado con la asistencia de miles de personas, muchas de ellas provenientes de otros puntos del resto de España e incluso del extranjero. Esas imágenes no se podrán repetir en esta ocasión, por la mencionada suspensión de los actos protocolarios.
Uno de los momentos más relevantes de estas fiestas seculares tiene lugar cada 23 de junio, a las dos del mediodía, con el denominado «primer toc» («primer toque»). Un músico -el «fabioler»- pide permiso para iniciar la celebración desde la casa del «caixer senyor», que es uno de los representantes de la nobleza en la localidad y que preside la fiesta durante dos años consecutivos. Precisamente, ese acto simbólico es el que se ha intentado reproducir o imitar este mediodía de manera improvisada.
SON UNOS IRRESPONSABLES E INSOLIDARIOS.
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