La Policía teme que las manifestaciones se extiendan a otras ciudades y que se radicalicen
Preocupan los bulos que corren en la red de supuestos abusos policiales porque predisponen a la población a resistierse a las indicaciones de las Fuerzas de Seguridad. Interior quiere evitar en lo posible que se utilice la violencia para evitar más tensión en las calles .
Las concentraciones no autorizadas que comienzan a surgir, de momento, en distintos puntos de Madrid, son un motivo de preocupación para la Policía, que teme no solo que se extiendan a otras ciudades de España, sino también que se radicalicen. El alcalde de Madrid, José Luis Almeida, dijo entender las protestas, pero apeló a la responsabilidad y añadió que deben cumplir la normativa vigente; la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, fue mucho más allá y dijo comprender que los ciudadanos puedan salir «libremente a manifestarse aunque sea un ratito por las tardes en su propia calle», sin más matizaciones. Desde Vox, Iván Espinosa de los Monteros alentaba a todos a manifestarse «donde les dé la gana», manteniendo, eso
sí, «la distancia de seguridad».
Lo que comenzó el pasado domingo con una concentración de unas pocas decenas de personas en la calle Núñez de Balboa se convirtió, el miércoles, en una serie de convocatorias en varios puntos de la ciudad a las que asistieron en torno a 500 ciudadanos. En concreto, hubo actos en Sanchinarro, Conde de Orgaz, Monte Carmelo, Aravaca y, por supuesto, Núñez de Balboa.
Aunque los convocantes siempre piden que se guarde la distancia de seguridad, lo cierto es que la Policía ha comprobado cómo no se cumple la normativa, en un doble sentido: primero, porque entre unos y otros hay, la mayoría de las veces, menos de los dos metros aconsejados; y en segundo lugar, porque no se puede permanecer parado en la vía pública, solo haciendo deporte o paseando. Son los propios vecinos de estas zonas los que alertaron a las Fuerzas de Seguridad del incumplimiento de la normativa. Las concentraciones son convocadas a través de las redes sociales.
Una de las preocupaciones de la Policía son los bulos de supuestos abusos contra ciudadanos que corren a través de internet. «Es delicado –explican fuentes policiales de la máxima solvencia consultadas por ABC– en la medida que provocan un mayor recelo y resistencia en los ciudadanos ante la actuación de los agentes, lo que puede generar en algún episodio indeseable».
En particular, en la Policía molestan mucho bulos como que hayan recibido la consigna de identificar y sancionar a aquellas personas que lleven una bandera de España: «No solo es falso; también absurdo. Los agentes están orgullosos de lucir cada día la bandera en su uniforme. Ahora bien, si alguien que lleva una enseña nacional incumple la normativa hay que corregir esa conducta, siempre con la flexibilidad y proporcionalidad que debe imperar en cualquier actuación».
Fuentes del Ministerio del Interior, por su parte, aseguraron a ABC que se van a montar dispositivos para evitar concentraciones como las de Núñez de Balboa, «aunque se va a evitar en lo posible la fotografía de antidisturbios cargando contra ciudadanos, que es lo que parece que alguno busca». También relativizan la importancia de este tipo de movilizaciones, en tanto se trata de casos muy puntuales.
Por supuesto, la polémica política está servida. El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, siempre dispuesto a contribuir a aumentar la tensión ambiental, cargó contra el alcalde de Madrid por lo que considera pasividad ante las protestas de «cayetanos». «No puede ser el alcalde de los ricos», apuntó. Sostiene, sin especificar en qué se basa tal afirmación, que si la manifestación se hubiera producido en un barrio obrero todos los implicados habrían sido «identificados y multados». «Quiero pedir a Almeida que rectifique y que las autoridades actúen», exigió. «Por muy ridículas que sean las manifestaciones» de la clase alta, golpeando señales de tráfico con palos de golf y cucharas de plata, la cosa es seria. Una minoría privilegiada no puede saltarse las normas y ponernos en peligro».
Minutos después, el portavoz de Vox en la Cámara Baja, Iván Espinosa de los Monteros, advertía a Echenique de que no podrá mantener mucho tiempo que las protestas se circunscriben a los ricos, porque el malestar «se va a extender de manera muy rápida por toda España». En este sentido avisó de que los intentos del Gobierno de «acabar con estas iniciativas lo único que van a hacer es estimularlas y añadir gasolina al fuego». El dirigente de Vox alentó a «todos los españoles que así lo deseen a que salgan a manifestarse donde les dé la gana, siempre que mantengan la distancia de seguridad para no poner en riesgo la salud de nadie», pero aseguró que su grupo no está impulsando las protestas.
Inés Arrimadas, por su parte, apeló a la coherencia: «Un partido de Gobierno como Podemos no puede llamar a hacer una cacerolada contra el Jefe del Estado en medio de una pandemia y tampoco vamos a promover nosotros manifestaciones en un momento como este».
Más allá de la política, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción, cuestionó en una entrevista en Onda Cero que el Gobierno use el estado de alarma para algo que no le permite la Constitución, ya que esta figura admite «limitar derechos pero no suspenderlos», y en su opinión, actualmente los españoles tienen «suspendidos algunos derechos fundamentales». «No sé cómo nombrarlo, si estado de alarma o de excepción lo que padecemos».
SE TIEnEN QUE EXTENDER HASTA LA RESTITUCION DE TODOS LOS DERECHOS CEMOCRÁTICOS EXTIRPADOS AL PUEBLO.¿QUÉ QUIEREN?ES NORMAL.
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