El PSOE enmudece tras rechazar al Juan Carlos I en Guecho.
Los socialistas se posicionaron en contra de la visita del buque de la Armada.
Mañana atracará en el puerto vizcaíno de Guecho el Juan Carlos I, el buque insignia de la Armada española, que abrirá sus puertas al público durante el fin de semana. Lo hará a pesar del rechazo del PSOE y Podemos, así como de las formaciones nacionalistas, que recientemente pusieron de relieve su «disconformidad» con la presencia de este tipo de buques en la zona. Una posición explicada a medias tintas por la formación socialista, que se escuda tras la cortina del rechazo a todo lo que tenga carácter belicista.
La declaración institucional fue suscrita por Guk (Podemos), EH Bildu y las formaciones que sustentan al Gobierno municipal, PNV y PSE. Si bien no hicieron mención explícita al Juan Carlos I, los partidos exteriorizaron su «disconformidad» con la llegada de «buques de guerra» a sus aguas. Por razones obvias, es el paso enfrente de los socialistas el que más sensibilidades ha herido, principalmente porque es el propio PSOE el que se encuentra al mando del Ministerio de Defensa.
Lo cierto es que existe un total hermetismo en el seno del PSOE respecto a la polémica sobre el Juan Carlos I. Consultado por este periódico, el grupo municipal destacó que no tiene intención de realizar ninguna declaración sobre su rechazo a la visita del buque, un silencio que se ha apropiado a su vez de los socialistas vizcaínos. También la dirección nacional del partido socialista ha optado por callar, según informa Víctor Ruiz de Almirón.
Tras la firma de la declaración con PNV, EH Bildu y Podemos, los socialistas guechotarras se ampararon en el hecho de que su rechazo no afecta únicamente al Juan Carlos I, sino a todos los navíos de naturaleza bélica. En este sentido, destacaron que su intención era la de posicionarse «en contra de la guerra» independientemente de la procedencia del buque.
Deriva nacionalista
El posicionamiento del Partido socialista extraña incluso en algunos sectores del Ayuntamiento, especialmente entre las filas del PP, el único junto a Ciudadanos que rechazó la iniciativa. «Es sorprendente porque es la primera vez que el PSE condena este tipo de visitas», declaró a ABC el candidato popular a la alcaldía del municipio, Eduardo Andrade, que achacó la decisión de los socialistas a su relación con el nacionalismo vasco.
«A mí me preocupa y me entristece, porque no es lo que se espera de un partido que se considera del lado constitucionalista», insistió el popular, que recriminó también al PNV su rechazo al buque de la Armada cuando no dudó en pedir ayuda al Ejército en 2009, cuando los atuneros vascos eran atacados por piratas en Somalia.
Antecedentes
Ajena a las reticencias del Ayuntamiento, la Armada ratificó ayer la escala en Guecho del portaaviones, que partió de la Base Naval de Rota con el fin de participar en un ejercicio militar que tendrá lugar en aguas del Cantábrico entre el 18 y el 22 de marzo. «El más complejo y ambicioso del Ejército del Aire en los últimos años tanto por el número de unidades implicadas como por la variedad de misiones que se adiestrarán y evaluarán», anunció la fuerza naval. Con 350 personas, cinco aviones AV8B Harrier y un helicóptero SH3D abordo, el buque recalará mañana en el muelle de cruceros de la localidad vizcaína, donde permanecerá atracado durante el fin de semana para abrir las puertas al público.
Algo semejante ocurrió el pasado octubre, cuando más de 15.000 personas aprovecharon para visitar las entrañas del Juan Carlos I durante su estancia en Motril (Granada). El ambiente festivo que podría imperar también en Guecho se ha visto inevitablemente enturbiado por el comunicado que hizo público el Ayuntamiento.
En el municipio vizcaíno se conoce bien en qué desemboca ese clima de tensión. En el año 2006, tras otra campaña de desprestigio contra el Ejército por parte del Gobierno municipal, grupos de jóvenes increparon e insultaron a los paracaidistas de la brigada Almogávares VI mientras realizaban una exhibición en la playa de Ereaga con banderas españolas. Los mensajes de las instituciones y su consecuente efecto sobre la población obligó a minimizar e incluso eliminar este tipo de actividades en suelo guechotarra en años posteriores.
CUANDO EL GOBIERNO PIERDE LA AUTORIDAD EL PAIS ESTÁ CONDENADO AL FRACASO.
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