El policía que mató de un disparo al alunicero creía que su escopeta estaba descargada
El agente pensó que disparaba salvas a José Manuel Romero Granda, en un asalto a una peluquería con cajero de «bitcoins».
La Policía Nacional investiga la muerte del alunicero José Manuel Romero Granda, de 34 años, tras recibir el disparo de un agente durante el asalto a un comercio con cajero de «bitcoins». El fatal suceso tuvo lugar en la madrugada de ayer cuando el malogrado delincuente y su cuadrilla de compinches trataban de escapar al ser sorprendidos por una patrulla de Seguridad Ciudadana en el interior de una peluquería Marco Aldany (Diego de León, 26). En un intento de frenar su huida, un policía detonó su escopeta -una Franchi SPS-350, utilizada normalmente para material antidisturbios- al creer que estaba descargada. Craso error. El proyectil de postas impactó de lleno en uno de ellos. A bordo de un vehículo plateado, los asaltantes abandonaron al herido a la entrada del Hospital Virgen de la Torre, en Villa de Vallecas, donde finalmente falleció debido a la gravedad de sus lesiones.
El agente, de 40 años y con una larga trayectoria en el Cuerpo, está adscrito a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR). Según su testimonio, utilizó la escopeta reglamentaria pensando que estaba cargada con cartuchos de salva y no con munición real. Romero Granda fue alcanzado en la espalda por nueve impactos de postas, muy cerca del omoplato izquierdo. Pese a que el personal del hospital y los sanitarios de Samur-Protección Civil trataron de revertir la parada cardiorrespiratoria que presentaba, no pudieron hacer nada por salvar su vida. El alunicero, de nacionalidad española y con hasta 30 antecedentes -la mayoría por delitos contra el patrimonio, pero también uno por homicidio imprudente-, estaba afincado en Villa de Vallecas, junto a su familia, los conocidos «hermanos Romero».
Ayer, a las puertas de la peluquería, el destrozo ocasionado en el cristal de la entrada era todavía evidente. Los ladrones lo habían reventado con la intención de robar uno de los tres cajeros de «bitcoins» que hay instalados en la capital. Se da la circunstancia de que un día antes, otro de esos cajeros, ubicado en este caso en un local de Retiro, fue sustraído. «Me avisaron de lo que había pasado en Retiro y por eso sabía que podía ocurrir», relataba uno de los afectados. En el momento en que fueron alertados por la Policía, los aluniceros trataban de introducir el mecanismo en uno de los vehículos. «Lo dejaron tirado en la calle», proseguía este trabajador, quien la noche anterior lo había vaciado personalmente de dinero en efectivo: «Aunque se lo hubieran llevado, no habrían conseguido nada». El dinero virtual, por su parte, también está a buen recaudo.
Armados con mazas, los malhechores accedieron al comercio sobre las cinco de la mañana. Habían llegado en dos coches -un Seat León y un Volswagen Golf- que dejaron en un espacio de la acera habilitado para carga y descarga. Allí, se toparon con la patrulla de Seguridad Ciudadana, lo que motivó el fatídico desenlace. Fuentes de la investigación precisaron que el agente que detonó la escopeta no está detenido, aunque Homicidios le tomó declaración. En las pesquisas trabaja también el Grupo XXI de Policía Judicial, experto en alunizajes, para localizar al resto de delincuentes implicados.
AHORA EL POLICÍA A LA CÁRCEL MEJOR QUE EN LUGAR DE PORTAR UN ARMA QUE PORTEN UNA FOTO DEL ARMA PARA INTIMIDAR. Y DIGAN ¡ARRIBA LAS MANOS SI NO OBEDECES VOY A BUSCAR EL ARMA Y TE LA CARGAS TU MISMO¡.
No hay comentarios:
Publicar un comentario