Pablo Iglesias insulta la memoria del exilio republicano ante el silencio de la izquierda
El vicepresidente compara la fuga de Puigdemont con los republicanos represaliados por el franquismo: «Se ha jodido la vida por sus ideas»
Pablo Iglesias comparó anoche a Carles Puigdemont, huido de la Justicia, con el exilio forzado de miles de republicanos españoles durante el franquismo. El vicepresidente del Gobierno insistió en que en España, que gobierna junto al PSOE, existen presos políticos y exiliados y no dudó en colocar a los independentistas catalanes al mismo nivel que los combatientes republicanos que salieron de España tras la guerra civil para escapar de la represión política.
Lo que para muchos fue un insulto a la memoria democrática no ha recibido en cambio censura desde la izquierda política del país, que calla ante las declaraciones emitidas ayer por el programa «Salvados» en La Sexta. Ni el PSOE ni la vicepresidencia de Carmen Calvo, que ha hecho bandera de la Ley de la Memoria Democrática, han puesto reparos a semejante ofensa para el exilio republicano.
De momento, el único dirigente socialista que ha alzado la voz es el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien en declaraciones a Cope ha comentado que se trata de una «comparación inadecuada por no decir injusta». «No es comparable para nada un estado de guerra civil a un Estado democrático», ha zanjado.
«¿Lo considera realmente un exiliado como se exiliaron numerosos republicanos durante la dictadura del franquismo? ¿Se pueden comparar?», le preguntó el entrevistador. «Pues lo digo claramente, creo que sí. Y eso no quiere decir que yo comparta lo que hiciera», afirmó tajante Iglesias, quien afirmó que Puigdemont «se ha jodido la vida para siempre por sus ideas políticas».
Este pronunciamiento provocó numerosas reacciones de particulares en las redes sociales, aunque solo hubo respuesta oficial del partido de Ciudadanos y su líder, Inés Arrimadas: «Estas palabras de Pablo Iglesias son un insulto para todos los españoles que se vieron obligados a abandonar su país por defender la libertad. Comparar a un prófugo de la justicia de una democracia con exiliados de la dictadura es una indignidad», escribió la dirigente catalana.
Otros muchos ciudadanos sí denunciaron el perverso paralelismo trazado por quien siendo vicepresidente del Gobierno pone en cuestión la democracia española tratando a quien cobra un suelo de eurodiputado de 8.000 euros al mes como un «exiliado» político de España.
Tampoco se han pronunciado hasta el momento las asociaciones que trabajan por la memoria histórica, alineadas con el Gobierno de la izquierda.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha hecho de la memoria histórica una de sus señas de identidad y en septiembre el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de la nueva ley de memoria democrática. El PSOE saludó esta norma como «urgente y necesaria» para «consolidar nuestra historia como país».
Iglesias dio ayer su propia versión histórica, colocando a Puigdemont como víctima de la persecución y del exilio. El expresidente catalán esquivó a las fuerzas de seguridad en un puente en su localidad de San Julián de Ramis cuando iba a votar en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Desde entonces, ha permanecido fugado de la Justicia para evitar su procesamiento por el «procés».
Según el vicepresidente del Gobierno, la huida de Puigdemont, que lideró el golpe separatista en Cataluña, no tiene la misma «consideración moral» que la salida precipitada de España de Juan Carlos I de Borbón, rodeado por sus escándalos financieros, aunque no está formalmente acusado de ningún delito.
«¿Por qué el Rey emérito es un fugado y Carles Puigdemont es un exiliado, que es como le llama usted a uno y a otro?», le inquirió el periodista de La Sexta. «Carles Puigdemont si está en Bruselas no es por haber robado a nadie ni por haber intentado enriquecerse, sino por llevar sus ideas políticas hasta a un extremo y por vías a mi juicio erróneas, pero de alguna manera. (...) Se ha jodido la vida para siempre por sus ideas políticas, que yo no comparto y no creo que sus actos como president tengan que ser necesariamente indiferentes al derecho», contestó el líder de Podemos.
OTRO CARA DURA Y VICEPRESIDENTE DEL GOBIERNO.
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