ADIOS AL DINERO.
Esta crisis económica comienza a transformar la vida más o menos tranquila de muchos ciudadanos en una lucha sin tregua por su supervivencia, convirtiendo los ahorros para afrontar emergencias en recursos para sobrevivir, añorando volver a disfrutar de la vida sin tener que sufrir por ella, mientras una pandemia nos demuestra que una vida acomodada no es lo mismo que una vida resuelta, y que si el hombre busca en el dinero poder más que sustento, es normal que el poder busque en el hombre un medio más que un fundamento. Pasa el tiempo y ya son los estados quienes tiran de sus ahorros para que el mundo viva en paz pero bordeando siempre la contienda; la contienda que estalla fácilmente, por la ambición de poseer o por la dureza de no tener, por poseer petróleo o por no poder comer.
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