Las familias de los caídos, entre el dolor y la admiración por cumplir una misión
Afganistán ha sido la misión internacional más dura para el Ejército español. Un centenar de muertes en 19 años han dejado huella en militares y víctimas. Para los primeros, el trabajo cumplió los objetivos. Entre los segundos hay división: el no valió «para nada» se enfrenta a la reivindicación de su legado.
Intentar dar sentido a la pérdida de un marido o un hermano en un conflicto armado a más de 6.000 kilómetros de distancia de tu casa puede ser la tabla de salvación para encontrar un consuelo que permita conciliar el sueño y disminuya el dolor de estas muertes.
Con la rápida caída de ciudades en manos de los talibanes, las familias que perdieron a algún ser querido en el país centroasiático han rememorado ese fatídico momento, haciéndose una y otra vez las mismas preguntas: ¿Mereció la pena ir allí? ¿Fue todo el esfuerzo desplegado en Afganistán en vano? El coste de la misión española en Afganistán, entre la misión militar y la diplomática ha supuesto para España, 104 muertos.
NO SE PUEDE JUGAR CON LAS PERSONAS COMO PEONES DE FERIA
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