GALLARDÓN¿TRÁFICO DE INFLUENCIAS?

Otro frente para Gallardón: la candidatura de su nuera al Colegio de Registradores.

María Teresa Mouriñán Morandeira, registradora de la propiedad de Villalba y nuera del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, forma parte de la candidatura encabezada por el actual decano, Alfonso Candau, para las próximas elecciones del Colegio de Registradores. Su inclusión en esta candidatura no pasa desapercibida, justo en una cita electoral que se presenta especialmente tensa por todo lo ocurrido durante el último año, desde que el Ministerio de Justicia presentó un borrador sobre la reforma registral que incluía, como principal novedad, la entrega del Registro Civil al cuerpo de Registradores.  

Ha sido precisamente ese borrador el que ha propiciado este escenario de adelanto electoral en el Colegio de Registradores a cuenta del importante revuelo que el texto causó dentro del colectivo y que se tradujo en la convocatoria forzada por parte de las bases de una asamblea el pasado mes de abril. La cita tuvo lugar en Zaragoza y en ella se impusieron las tesis del sector más descontento, que, con su decisión, hizo inviable la continuidad de la actual junta de Gobierno, favorable a la reforma de Gallardón.

En este escenario, las elecciones anticipadas se celebrarán en los próximos días. El pasado sábado concluyó el plazo para la presentación de candidaturas en las que, aparte de la que encabeza Candau (“Presente y futuro”) y que incluye a la nuera del ministro, concurre la lista “Compromiso”, liderada por Gonzalo Aguilera, que incluye a otra notable miembro, la exministra de Vivienda socialista, Beatriz Corredor, actual registradora de la propiedad de Majadahonda.

La reforma de Gallardón plantea 'traspasar' los Registros Civiles a los registradores de la propiedad y mercantiles, un movimiento que conseguiría los objetivos que persigue esta reforma: desatascar los juzgados y ahorrar más de 450 millones de euros a las arcas del Estado. Los afectados, sin embargo, no parecen estar muy por la labor de asumir estas responsabilidades.

Desde diferentes ámbitos se criticó que la reforma suponía una privatización del Registro Civil a favor de un colectivo. Pero internamente, el cambio tampoco se acogió de forma pacífica, pues a muchos registradores no les salían las cuentas si tenían que hacerse cargo de esta nueva competencia de forma gratuita y a costa de sus actuales aranceles. En este escenario, la reforma registral se encuentra de momento parada, a la espera, en parte, de lo que ocurra en estos comicios internos.  

“Estas no son unas elecciones que se puedan plantear en términos de derecha o izquierda, como algunos lo quieren presentar”, explica Corredor en conversación con este diario. “No es una oposición al Gobierno, sino la defensa del registro de la propiedad y mercantil de una manera o de otra en función de cada candidatura. Es una cuestión puramente corporativa”, añade. 

El candidato de su lista, Gonzalo Aguilera, explica, en la misma línea, que su propuesta no va en contra tampoco de la reforma del Registro, pero que quiere que el colectivo sea escuchado y participe en el proceso mejorando el texto presentado por el Gobierno. "Nosotros apoyamos la reforma de la función registral y claro que estamos dispuestos a colaborar con la Administración, pero los registradores tienen que ser escuchados en una reforma que serán ellos los que la tendrán que aplicar", explica. "Somos partidarios de la modernización, pero con los criterios aprobados en la asamblea de Zaragoza del pasado mes de abril", concluye.

COMENTARIO:

Qué casualidades tiene la vida y cómo trepan algunos al amparo del poder. En un país normal, ser familiar de un ministro sería una dificultad para acceder a algo por las sospechas de tráfico de influencias. Aquí, sin desmelenarse, hijos, nueras, yernos y hermanos de... se colocan y mueven ficha sin más.
 
Luego vienen algunos y nos hablan de "igualdad de oportunidades", de que "la Ley es igual para todos", etc.
 
Este país es una .... y todos lo sabemos. Lo que necesitamos YA es que venga un Robespierre...