LA POLÍTICA PARA ELLA ES UN JUEGO
Aguirre: hay que “catalanizar” España.
La presidente del PP de Madrid aboga por una reforma constitucional para resolver el problema de encaje de Cataluña.
La presidenta del Partido Popular de Madrid, Esperanza Aguirre, ha mostrado hoy en una conferencia en Barcelona su receta para desarmar a quienes aspiran a que Cataluña se convierta en un Estado independiente: iniciar un proceso para "catalanizar" España y afrontar una reforma constitucional que ponga fin al Estado de las Autonomías. “Eso acabaría con los 17 estadillos del café para todos. Yo entiendo perfectamente el malestar de los catalanes cuando otras comunidades copian sus instituciones y quieren lo mismo que Cataluña. Así no se reconoce la especificidad”, ha dicho, rechazando que se haya llegado tarde a dar con una solución para contener la ola independentista. “Que nadie me diga eso. Nunca es tarde", ha exclamado y ha citado a Albert Einsten cuando defendió que las crisis son oportunidades para resolver conflictos.
La fórmula expuesta por Aguirre ha descolocado al Partido Popular en Cataluña, infinitamente más tibio en sus reivindicaciones. Y, supone, además, un ataque en toda regla primero al ministro de Educación, José Ignacio Wert, partidario de "españolizar" a los niños catalanes y a la estrategia del Gobierno de Mariano Rajoy, que espera que el proceso soberanista se diluya. Aguirre ha insinuado que el camino emprendido por La Moncloa vaticinando el desplome de la economía o la salida de una eventual Cataluña independiente de la Unión Europea no conduce a ninguna parte. “Es como decirle a alguien que deje a su novia porque es pobre. Lo único que logras es encender mucho más su pasión", ha señalado. Por ello, ha emplazado a los empresarios e intelectuales catalanes a iniciar un proceso para liderar España.
Entiendo el malestar de los catalanes cuando otras comunidades copian sus instituciones", dice Aguirre
En una conferencia bajo el título Mi visión de Cataluña en el Círculo Ecuestre de Barcelona, tan abarrotado que ha tenido que habilitar varias salas para acoger a sus socios, Aguirre ha dicho que no le parece mal estudiar el caso de Escocia pero ha sostenido que Gran Bretaña no es comparable a España. Y ha argumentado que Escocia desde el siglo XVIII "goza de un status muy diferente al de Cataluña". Aguirre ha recordado que la Constitución prohíbe la consulta y la secesión y, por lo tanto, no contempla ese escenario. Por ello, se ha mostrado más partidaria de seducir.
En su discurso, Aguirre ha advertido de que una eventual ruptura sería “traumática "en lo económico y en lo estratégico, sobre todo en lo afectivo. Y ha subrayado los múltiples lazos que tiene con Cataluña -"Si buscamos cromosomas catalanes, no soy la que tiene menos"- al recordar su ascendencia ampurdanesa y señalar que sus primeras "verdaderas" vacaciones en 30 años las ha pasado en la Cerdanya. Apelando a esos vínculos, la presidenta popular de Madrid ha afirmado que ha reflexionado mucho sobre el por qué de la explosión soberanista pese a que el grado de autonomía que hay en Cataluña no lo pudo "soñar ni Macià, Companys o Pujol". Y parte de un dato: la Constitución de 1978 recibió más respaldo en Cataluña que, por ejemplo en Madrid: 90% si es y un 10% no es frente al 86% y el 4%, respectivamente.
La presidenta popular de critica la estrategia del miedo para y apuesta por la seducción para acabar con el independentismo
Aguirre ha justificado ese desapego a varias razones. De entrada, ha apuntado al “adoctrinamiento” de los alumnos catalanes en los últimos 35 años bajo el canon "exclusivamente nacionalista", que ha interpretado la historia bajo estos parámetros: "Castilla, España y los pérfidos castellanos sojuzgan sin cesar a los heroicos catalanes". Según su criterio, esa versión ha omitido de forma liberada los vínculos existentes en la península desde la época de la Tarragona romana; que muchos nobles de la Corona de Aragón eran catalanes; que la Guerra de Sucesión fue una protoguerra mundial que se presenta como una invasión de España sobre Cataluña y que olvida que los catalanes lucharon junto al resto de españoles en la Guerra de la Independencia. "Se olvida a Agustina de Aragón, que era de Barcelona, o al tamborilero del Bruc. “Me atrevo a aventurar eso”, ha señalado, acusando al nacionalismo catalán de tergiversar la historia y de ocultar los lazos entre Cataluña y el resto de España. “Da testimonio el Simposio: España contra Cataluña. Es tremendo el programa. Se pretende cultivar algo que justifique la ruptura y la secesión”, ha dicho. “Estamos en un precipicio a punto de desempeñarnos”, ha remachado.
Aguirre se ha referido también como segunda razón al papel de los medios de comunicación a quienes ha criticado con dureza por publicar un editorial conjunto en 2009 defendiendo sin fisuras el Estatuto de Cataluña. “Es una situación anómala de la libertad de expresión”, ha dicho. En tercer lugar, ha reprochado a los partidos de izquierda de “origen marxista” -“El PSC y los restos del comunismo”- de abrazar el nacionalismo. En cuarto lugar, ha señalado la tibieza de los partidos de centro derecha y, por último, ha pedido transparencia para acabar con la “opacidad” de las balanzas fiscales. “La gente paga mucho al Estado y tiene derecho a saber cuánto se queda en su región y cuánto no”, ha apuntado. Y como muestra, este dardo: Aguirre ha recordado que Madrid recauda en impuestos especiales 66.000 euros y recupera 13.000 mientras Cataluña, ingresa 27.000 y recibe, 23.000. En sus cálculos, ha omitido que la diferencia de ingresos obedece a que en Madrid pagan impuestos las grandes empresas y multinacionales con sede en la capital de España.
En su discurso, ha acusado al nacionalismo de adoctrinar a los niños catalanes y de falsificar la historia
Tras calificar con sarcasmo a Artur Mas (sin citarlo) de Simon Bolívar, Aguirre ha querido ser optimista y ha señalado que la unión entre catalanes y el resto de españoles es mucho mayor que la que muestran los políticos. “El primer paso para superar todo esto es que España sea catalanizada. Empezando por la lengua”, ha afirmado y se ha mostrado partidaria de que los “bachilleres” españoles estudien la literatura, la historia y “la lengua catalana” para que la sientan como propia. “Pero para que las virtudes de los catalanes se conozcan deben recuperar su proverbial espirito abierto y empresarial. O sea, igual que el Barça ha llevado a la selección española a ganar un Mundial, los empresarios catalanes deberían liderar la economía y la investigación científica y recuperar el liderazgo cultural y editorial, que ahora pierden”.
Ante un auditorio entusiasta, la expresidenta de la Comunidad de Madrid ha echado balones fuera cuando se le ha preguntado si piensa presentarse algún día como candidata a presidenta del Gobierno : "La política no tiene por qué ser una profesión vitalicia", ha contestado, y ha evitado criticar directamente a Mariano Rajoy. "No me voy a poner desde esta tribuna a criticar al presidente, que lo es de todos. Rajoy hace lo que puede". Aguirre, en cambio, sí que ha lamentado, aunque sin citarlo, al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y su política de impuestos. "Estoy en contra del criterio de nuestro querido ministro", ha explicado, antes de recordar que ella es partidaria de una bajada de los impuestos. La líder del PP de Madrid también ha aprovechado para criticar la "lentitud" de la Justicia ante los casos de corrupción citando varios casos, entre ellos el Caso Palau, pendiente de juicio.
COMENTARIO:La Lideresa en precampaña electoral. Sin parar de serrucharle el piso al fulano que ella quiere sustituir en La Moncloa... Ambición sin límites la de esta señora. Además, su odio a la izquierda es visceral, enfermizo y muy peligroso. Además, no da puntada sin hilo: Habla de modificar la Constitución para acabar con lo que ella califica de "17 estadillos del café para todos", pero no especifica cual sería el modelo de Estado que quedaría después de esa reforma Constitucional. ¿Su modelo de España será "Una, Grande y Libre"? Tiene más peligro esta populista de mierda que un mono con metralleta. Es zafia, ladina, desleal y muy traicionera. Hasta con los suyos. Vamos, que destila confianza.
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