HABRÁ QUE MORIR MÁS JOVEN
El domingo 7 de junio, su periódico publicó un editorial muy acertado sobre el injusto castigo y abandono que sufren nuestros mayores en las residencias de ancianos como consecuencia del covid. Ese mismo día, leo en el mismo periódico declaraciones de principios de Ana Suárez Guerra, gerente de ERA, pero sin planes concretos. Una semana después, el sábado 13, leo un anuncio del Principado de Asturias escrito en la que denominan "llingua" que Asturias lo ha vuelto a hacer bien, y ya estamos en fase 3.
Pues sinceramente tengo que discrepar haciendo hincapié en la situación de nuestros mayores en residencias de ancianos. Como ejemplo ilustrativo, que sirve para el resto, el de mi madre, que lleva tres meses confinada en una residencia pequeña sin casos de coronavirus (afortunadamente) y que a día de hoy no se ha autorizado aún ninguna visita. Es decir, por residir en el Principado de Asturias, y a diferencia de otras comunidades como Extremadura (dejo al margen ya el estudio comparativo con otros países), tras tres meses no he tenido aún la opción de visitar a mi madre. Llevamos varias semanas con promesas de que habrá noticias del Principado de Asturias al respecto, pero la realidad es que los mayores en residencias de ancianos y sus familiares siguen siendo los grandes olvidados, sin que exista aún ni un protocolo ni una hoja de ruta compartida con los familiares.
Es un hecho que las residencias de ancianos han estado especialmente afectadas por el covid (sin que exista tampoco una rendición de cuentas) y que son instituciones a vigilar especialmente, pero siendo así, lo que ya se debería haber realizado es un plan de choque para mitigar dicha situación, y no utilizar la táctica del avestruz y convertir las residencias de ancianos en una especie de "cárceles" para los residentes en ausencia de contacto con el mundo exterior. Desgraciadamente, el deterioro que están sufriendo nuestros mayores por esta situación de confinamiento alargado respecto al resto de la población, que en muchos casos es irrecuperable, no sale en la estadísticas de coronavirus, por lo que es claramente secundario para ellos.
Por eso, y al anuncio del Principado "Asturias, lo volviste a hacer bien, estamos en la fase 3", tengo que disentir, no con opiniones sino con hechos, de que ni mucho menos es oro todo lo que reluce, y respecto a las residencias de ancianos el suspenso es notorio.
No quería acabar este texto sin agradecer el papel de los cuidadores en estas especiales circunstancias
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