La desbandada de Afganistán hunde, por ahora, a Biden en las encuestas
En su discurso del lunes, el presidente de EE.UU. señaló a la ineficiencia de los afganos y a la herencia de Trump como causantes del fiasco
Lo dejó dicho John F. Kennedy tras el desaste de Bahía de Cochinos en 1961, la invasión frustrada de Cuba por parte de exiliados con apoyo de la Casa Blanca. «La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana». En el fiasco de la salida de EE.UU. de Afganistán -la evacuación ‘in extremis’ de su embajada, el caos violento en el aeropuerto, el avance imprevisto de los talibanes, la falta de preparación para asegurar la marcha de sus ciudadanos y de los afganos que fueron sus aliados-, Joe Biden ha tratado de esquivar la responsabilidad y, en su discurso a la nación del pasado lunes, apuntó a la ineficiencia de los afganos y a la herencia de Trump como causantes del fiasco.
Los votantes, sin embargo, tienen en Biden al ‘padre’ de la situación creada en Afganistán. Así lo muestran las encuestas de valoración de la gestión del presidente de EE.UU. de Reuters/Ipsos, que muestra que la aprobación de Biden se despeñó en el fin de semana en el que se materializó la entrada de los talibanes en Kabul y la desbandada estadounidense de su embajada en la capital afgana. El viernes, cuando ya se veía que los insurgentes estaban al acecho de la ciudad, el 53% de los estadounidenses aprobaban su gestión. El lunes, con los talibanes en el poder, la embajada evacuada y las imágenes del caos corriendo como la pólvora en los medios y en redes sociales, cayó hasta el 46%, el nivel más bajo desde que llegó a la Casa Blanca el pasado enero.
El regreso de las tropas
Esas opiniones se recogieron antes de que Biden compareciera ante la nación y defendiera su decisión sobre la salida, con el objetivo de tratar de convencer al electorado estadounidense de que solo había dos salidas: cumplir con la retirada de tropas o enviar más tropas, enfangarse más en el conflicto y extender la presencia de EE.UU. en la guerra y el coste en vidas y dinero para el país.
Habrá que medir el impacto a medio y largo plazo de la decisión de Biden. El regreso de las tropas era, en todas las encuestas, una medida muy popular en EE.UU. y con ella concurrió Biden a las elecciones del año pasado.
El mismo sondeo que recogía la caída en la aprobación de Biden, mostraba, al mismo tiempo, un apoyo en las cuestiones de fondo sobre Afganistán. El 68% de los encuestados estaba convencido de que, antes o después, la salida de aquel conflicto iba a salir mal, mientras que el 61% seguía viendo con buenos ojos un retirada de las tropas cumpliendo los plazos marcados.
El impacto político de este episodio histórico en la presidencia de Biden podría depender de lo que ocurra las próximas semanas y meses con la evacuación de Kabul, y de si la Administración Biden la reconduce de una manera ordena, y, después, si evita que un Afganistán bajo control talibán -como temen muchos analistas- no se convierta en una lanzadera de ataques terroristas.
Lo primero, de momento, no está claro, a pesar de que la situación dentro del aeropuerto de Kabul es mucho más estable que al comienzo de la crisis. El ejército de EE.UU. controla el aeródromo con un despliegue de unos cuatro mil soldados. A pesar de ello, ayer se produjo una estampida en el aeropuerto que provocó 17 heridos, según informó una fuente de la OTAN a Reuters.
El martes, EE.UU. evacuó 1.100 personas y las estimaciones del Pentágono es que consigan sacar entre cinco y nueve mil personas al día hasta el 31 de agosto, cuando esperen que acabe la operación de evacuación.
A pesar de que la evacuación se acelera, la situación en Kabul y en el resto del país sigue siendo muy fluida. Ayer se registraron incidentes a las afueras del aeropuerto, donde los talibanes han establecido un cordón de seguridad.
Las cámaras de la CNN mostraban ayer una situación caótica en las inmediaciones del aeródromo. Los talibanes disparaban y blandían armas para ahuyentar a la multitud que buscaba llegar a su única vía de escapatoria. Eso a pesar de que en la víspera los talibanes aseguraran a EE.UU. -según dijo el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivanh- que darían ‘salvoconducto’ a los afganos que quisieran ir al aeropuerto para salir del país. Al menos un afgano que trabajó como intérprete para el ejército de Australia fue herido en la pierna en estas escaramuzas.
Estos brotes de violencia y el hecho de que los talibanes rodean el aeropuerto y tengan controles de paso por todo Kabul abre grandes dudas sobre la capacidad de salir del país a los afganos que así lo deseen. Las autoridades les advertían ayer que solo fueran al aeropuerto con pasaporte y visado para su salida pero, al mismo tiempo, las embajadas de EE.UU. y de sus países aliados se han establecido de forma temporal dentro del aeropuerto.
¿CUAL ES EL OBJETIVO DE EEUU?
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