Y LO QUE NO ESPERA
Aunque parece que nos llevan gobernando toda la vida, lo cierto es que, solo llevan un año. ¡Qué largo se nos está haciendo!
Todos sabíamos que no iban a ser cuatro años tranquilos y, que el Gabinete no era el más excepcional de nuestra historia.
Tampoco nadie sabía la que iba a venir... Bueno igual algunos sí que ya lo sabían...
Que los políticos mienten es algo tan evidente como que “Filomena” dejó tiritando a la piel de toro. Aunque algunos creyeron que era plástico. Ya saben el QAnon patrio.
Lo que no nos imaginábamos es que la mentira se iba a hacer la principal arma política del Consejo de Ministros. Cada mañana nos levantamos los españoles pensando ¿cuál será la de hoy?
1. Mintieron cuando permitieron y hasta incentivaron concentraciones masivas sabiendo que un virus que ya estaba desolando Italia entraba sin pudor por las aduanas de Barajas.
2. Mintieron cuando dijeron que hacer test no era la solución al virus y decidieron encerrarnos en casa.
3. Mintieron cuando nos dijeron que las mascarillas no solo no eran necesarias, sino que contraproducentes. Todo porque no había stock.
4. Mintieron cuando nos dijeron que si el virus llegaba a nuestros dominios sería tan leve como un mísero catarro común. Y apenas un par de casos. Algo anecdótico vamos.
5. Mintieron cuando nos dijeron que España estaba más que preparada para combatir el virus. Que teníamos la mejor sanidad del mundo y que había material sanitario de sobra. Resultó que no había EPI, respiradores, mascarillas.... Y hasta hubo que recurrir a ese Rey, que tanto odian, para que nos echaran una mano desde fuera.
6. Nos dijeron que todas las medidas se tomaban en base a los criterios de un consejo de expertos, de intachable reputación y gran prestigio. El Portal de la Transparencia dijo que no existía tal comité (por supuesto, su directora fue cesada). ¡Ah! ¡Se me olvidaba! El doctor Simón nos dijo que no podía decir los nombres de tales expertos porque eran muchos y su seguridad pendía de un hilo si desvelaba sus identidades.
7. Mintieron cuando dijeron que los suministros de material estaban garantizados. Y el material era de bazar de todo a 100.
8. Nos dijeron que había un plan nacional de vacunación, y que antes del verano esto estará solucionado. Resulta que no hay plan, que no hay suministro, no se vacuna ni en los “findes”...
9. “Nadie se quedará atrás” dijo el intento de Kennedy ibérico. Pero los trabajadores encadenan millones de ERTE sin cobrar. Los autónomos pagan más por cotizar y de nuevo Cáritas sale al rescate de los compatriotas.
10. El salario mínimo vital será un ejemplo para el mundo, nos dijeron. Pero resulta que cientos de españoles, que no pueden ni calentarse en invierno, aún no han obtenido ni siquiera una respuesta a su petición.
11. Un triunfal primer ministro nos dijo que habíamos vencido al virus, que saliéramos a la calle y a disfrutar de la nueva normalidad. Resultó que el virus estaba más vivo que nunca.
12. “Europa no nos deja bajar el IVA de las mascarillas”. No hay mucho que decir al respecto.
13. “Europa no nos permite bajar el IVA de la luz”. No aprenden ¡Eh!
14. “La cepa británica tendrá una incidencia nimia en nuestro país”. ¡Cómo huele esto a 8M!
15. En octubre confinaron Madrid porque la incidencia era altísima y había alto riesgo de saturación. Ayer, con peores datos que en octubre, el candidato-ministro o, ministro-candidato –eso se lo dejo a su elección–, se negó a dotar a las CC AA de mayores opciones jurídicas para tomar medidas más drásticas.
16. Pero, sobre todo, mintieron el día que prometieron defender y cumplir la Constitución. Porque no ha habido día en este largo año de Gobierno, que no la hayan pisoteado.
En definitiva, un año gobernando y han mentido más de lo que han hablado.
Lo curioso es que estamos ya tan acostumbrados a la mentira que ni nos sorprende, ni nos afecta, ni nos altera. Parece que nos hemos resignado a vivir de forma independiente, sin Gobierno. Sabemos que lo hay, pero ya ni les hacemos caso. ¡Qué triste!
La mentira es la gran enemiga de la política. Es una herramienta útil para salir de algún escándalo. Pero nunca se debe de instaurar como costumbre. La mentira lleva al descontento, el descontento a la resignación y la resignación es el mejor lubricante para introducir cambios de sistema. Ya lo saben, en apenas un año ya han reformado, a su conveniencia, pilares básicos de cualquier sociedad (educación, derechos fundamentales, economía, la vida.... Y ahora van a por la justicia). En Venezuela tardaron años. Aquí, seis meses.
La gran incertidumbre es el futuro.
¿Qué será de nosotros el día de mañana? Sin empresas, sin poder adquisitivo, sin libertad.
Soy consciente de que no es el mejor momento de tomar las calles –entiéndame la expresión, no soy ningún revolucionario–, pero sí es tiempo de abrir los ojos. De darnos cuenta de que no nos están llevando a la deriva. ¡Ya estamos en la deriva! Y solo siendo conscientes de que la única solución es un relevo íntegro de la clase política podremos cambiar esto. Ni en tiempos de Fernando VII teníamos líderes tan pésimos.
En especial los jóvenes, los de la generación más preparada de la historia. Somos los que tenemos que apostar por nuestro país. Dejar de mirarnos al ombligo y empezar a pensar que esto nos afecta y nos afectará. Dejar de ver la política como eso que hacen los corruptos. Ponernos en primera línea. Empezar a ocupar las instituciones, las empresas. En definitiva ¡participar! Si no lo hacemos nosotros, seguirán ellos. Y cuando queramos cambiar las cosas igual ya es tarde.
Este alegato final, no es sectario. Vale para progresistas y conservadores. Cada uno desde su postura, pero giremos el rumbo. Relevemos a la peor clase política de nuestra historia.
Hagamos nuestro el futuro.
Mientras tanto, ¿cuál será la mentira de mañana?
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