«Es inaudito ir contra Castilla y León» y otros choques del batallón autonómico que caldean el Interterritorial
La consejera catalana de Salud, Alba Vergès, carga contra el Gobierno por elevar al Tribunal Supremo la decisión regional de ampliar el toque de queda. La mayoría de regiones reclaman al Estado que no permanezca inmóvil con el horario nocturno.
Las reglas del juego contra el virus están dadas en España desde el decreto del estado de alarma de octubre, pero se pueden modificar. Es el resumen de la posición que mantiene el Gobierno antes de que mañana miércoles se vuelvan a presentar, ya en batallón, numerosas autonomías con la petición que ha encabezado Castilla y León, manteniendo un pulso con el Estado que pueden acabar resolviendo los tribunales. De hecho, la Abogacía del Estado recurrió ayer ante el Tribunal Supremo la decisión del barón popular, Alfonso Fernández Mañueco, de llevar por sí solo las riendas de la lucha contra el patógeno.
Pero, ideologías al margen, la mayoría de regiones de todos los signos políticos se alinean en un frente común con la petición de ampliar el toque de queda. Puede ser una herramienta factible y no descabellada para frenar la explosión de contagios de esta tercera onda de la pandemia.
El Gobierno ha dado un giro radical a sus manifestaciones en solo 24 horas. Llama la atención que un día después de que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, expusiera que las autonomías ya disponen de herramientas suficientes para cortar las alas al virus, ayer, desde su departamento, se insistiera en que el mensaje tiene que ser que las regiones deben endurecer al máximo sus restricciones. Sin embargo, ahora está abierto a que, si hay consenso en el Consejo Interterritorial de mañana para que se adelanten a horas más tempranas la franja del toque de queda, pondrá en marcha los resortes legales necesarios para llevarlo a cabo.
Fuentes del equipo de Salvador Illa no expresan un «rechazo rotundo» a modificar esta medida, «si existe consenso entre quienes lo tienen que aplicar». Asimismo, en una entrevista concedida a Onda Cero, la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, se mostró en sintonía con Illa al enfatizar que Moncloa no se cierra a un cambio en el estado de alarma, aunque este tendría, primero, que modificarse en un Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros, y segundo, ser refrendado con el visto bueno en el Congreso.
De hecho, fuentes de La Moncloa consultadas por ABC trasladan la responsabilidad al PP y la oposición acerca de esta votación, que debería lograr, a juicio del Ejecutivo, quórum en el Parlamento para que este asunto del toque de queda no entorpeciese la lucha contra el SARS-CoV-2. En el fondo, Moncloa sí tiene dudas respecto a la «utilidad» de este adelantamiento, ya que considera que con las capacidades autonómicas para decretar cierres de comercios y hostelería ya se puede lograr de facto este punto.
«La coordinación es esencial»
No suscriben la tesis de Moncloa los epidemiólogos, como los portavoces consultados de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), que ayer se dirigieron a las autoridades porque «la coordinación entre administraciones es esencial en estos momentos, al tiempo que consideraron que se deben posibilitar todas las medidas necesarias, sin excluir los toques dqueda más tempranos e, incluso, llegado el caso y como medida más extrema, los confinamientos domiciliarios con condiciones concretas» hasta rebajar la incidencia acumulada de casos al objetivo planteado de 25 casos por 100.000 habitantes (ayer estaba en 689).
En opinión de Joan Caylà, experto de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), que ayer inició el día testando si es más efectiva la orden dada en Francia por Emmanuel Macron sobre un toque de queda nacional, impuesto a las 18.00 horas, que la estrategia en España, mantuvo a ABC que «la situación del país es tan complicada, que deberíamos tomar nota de otros de nuestro entorno que ahora lo están controlando mejor: Alemania, Italia y Francia. Otra posibilidad sería un confinamiento estricto pero corto, tal vez de tres semanas».
Entre las autonomías, Galicia, Andalucía y País Vasco ya señalaron la semana pasada que ven con buenos ojos que las autonomías dispongan de herramientas para modular la franja horaria en la que comienzan las limitaciones de movilidad y encuentros sociales, para luego aplicarlo en función de su situación. País Vasco reclama «poder de decisión» para adelantarlo aunque no tiene nada decidido, informa A. Mateos, mientras que el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo,reprocha la parquedad de mecanismos legislativos con que las comunidades están teniendo que afrontar la crisis, después de que él mismo planteara una reforma de la ley de salud pública y que fue desdeñada por Moncloa, informa J. L. Jiménez.
Page mete presión
Ayer lo hicieron comunidades de diferente signo, como Canarias, Baleares (lo adelantaría a las 20.00, informa J. M. Aguiló), Cantabria (no lo propondrá al Estado, pero estudiaría fijarlo a las 21.00, informa R. F. Ortiz) y Murcia. El presidente de la última, Fernando López Miras, comunicó formalmente por carta a Pedro Sánchez la solicitud de modificar el estado de alarma vigente desde el 25 de octubre y reclama que una región pueda cambiar los «horarios prefijados»desde la Administración central. También lo hizo Asturias, y el socialista Emiliano García Page, que mete presión a su partido al considerar idóneo adelantar el cierre a las 20.00 y unificar horarios en todo el Estado para cortar la transmisión, informa M. J. Muñoz.
Por su parte, la consejera de Salud catalana, Alba Vergés, proclive a ampliar el toque de queda sin una hora determinada aún, cargó contra el Gobierno porque es «inaudito» su recurso contra Castilla y León, informa E. Armora
El presidente de Castilla y León: «No nos íbamos a quedar de brazos cruzados»
Alfonso Fernández Mañueco oficializó su desafío al Estado al implantar, desde el sábado, un toque de queda adelantado de las 22.00 a las 20.00 horas que, en su opinión, sí podía modificarse en base al decreto del estado de alarma. Esta decisión, unilateral, desde el punto de vista del Gobierno central, ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo, aunque la resolución no será inmediata, ya que hoy comienza el periodo de alegaciones al recurso presentado por Moncloa. El presidente de la Junta subrayó ayer que, ante la falta de herramientas jurídicas que den margen de actuación a las autonomías, tomó la decisión porque no podía quedarse «de brazos cruzados» ante la escalada de contagios. Pidió al Ejecutivo que dote a las regiones de armas para evitar «este tipo de confusiones» que en nada ayudan a luchar contra el virus. «Nosotros vamos vamos al Interterritorial con voluntad de diálogo y mano tendida», subrayó Mañueco, informa I. Jimeno.
ESTO ES CAOS QUE LE INTERESA A FRANKESTEIN
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