El presidente del Consejo de Transparencia fulmina a dos puntales del organismo incómodos para Sánchez
Esperanza Zambrano y Javier Amorós, que dirigieron el organismo de manera interina, fueron especialmente incisivos en la rendición de cuentas del Ejecutivo con casos como los viajes en Falcon del presidente o los detalles de la crisis sanitaria.
Vuelco en el Consejo de Transparencia. El nuevo presidente, José Luis Rodríguez Álvarez, nombrado a propuesta del Gobierno, ha destituido a Esperanza Zambrano, hasta ahora subdirectora de reclamaciones, y próximamente prescindirá también de Javier Amorós, que asumió la dirección en funciones de la institución durante los últimos años. Ambos eran los dos puntales de este organismo hasta el nombramiento de Rodríguez y, durante su etapa al frente, no les tembló el pulso a la hora de cuestionar, siempre con argumentos legales en la mano, las maniobras opacas del Gobierno al tratar de esconder información a la ciudadanía.
Durante su mandato, aunque fuera de forma interina, el Consejo formuló numerosas resoluciones contrarias a los intereses del Gobierno. Uno de los casos más sonados fue la insistencia con la que el Consejo requirió a La Moncloa que detallara el uso que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, realizó de los medios de transporte públicos, como puede ser el Falcon. Sin embargo, hay más ejemplos, como puede ser la obligación de revelar la identidad de los miembros del comité de expertos de la desescalada, facilitar los contratos sanitarios suscritos durante la crisis del coronavirus o los detalles sobre las vacaciones del presidente, datos reclamados por este diario.
La noticia, adelantada por «El Independiente» y que ha podido confirmar ABC, muestra el cambio de rumbo en este organismo, que gracias a su independencia ha resultado especialmente molesto para los intereses del Gobierno obligándole a rendir cuentas en todas aquellas ocasiones en las que prefería mantener información cerrada bajo llave.
La llegada de Rodríguez no estuvo exenta de polémica ya que sus vínculos con el PSOE, fue alto cargo durante uno de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, cuestionaron su independencia para un cargo tan sensible como este, basado en controlar, precisamente, los excesos del Ejecutivo.
Según ha podido saber ABC, tanto Amorós como Zambrano son funcionarios de libre designación. Además, pertenecen al equipo fundador del organismo, creado en 2014 bajo gobierno del PP y liderado hasta su fallecimiento en 2017 por Esther Arizmendi. En ese momento, Amorós asumió de manera interina la dirección de la institución, un puesto que permaneció vacante hasta finales de 2020, cuando Rodríguez pasó el examen del Congreso tras ser propuesto por el Ejecutivo.
Alzaron la voz
Durante este tiempo, y pese a las evidentes dificultades, el Consejo fue ganando notoriedad, en parte por sus clarificadoras resoluciones y también por la progresiva implantación del concepto de Transparencia Pública entre la sociedad. En una entrevista concedida a ABC el pasado verano, precisamente fueron Amorós y Zambrano quienes reclamaron más medios y poner fin a la etapa de interinidad. Denunciaron que esta institución, fundamental para que los ciudadanos puedan controlar a la Administración, estaba funcionando con una plantilla de 22 trabajadores cuando deberían ser 60.
Con la salida de estos dos funcionarios queda la incógnita de quiénes serán las personas que el nuevo presidente elegirá para ocupar sus puestos, pero también se alimenta la tesis de quienes sospechan que, ante las numerosas llamadas de atención recibidas por el Gobierno desde Transparencia en los últimos años, el Ejecutivo ha decidido «colonizar» de cargos afines un organismo tradicionalmente molesto para sus intereses.
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