El Congreso, camino de tres años sin controlar los fondos reservados
El Gobierno debería comparecer en una comisión secreta dos veces al año, pero no se ha constituido desde 2019
La actual resolución que regula la composición del órgano daría entrada a Bildu y la derecha se niega
El Congreso de los Diputados cumplirá el próximo marzo tres años sin controlar los gastos reservados del Gobierno. Desde que se disolvieron las Cortes en marzo del 2019 para las elecciones generales celebradas aquel 28 de abril, los vetos cruzados entre los grupos parlamentarios han dado al traste con cualquier posibilidad de constituir una comisión permanente que, por ley, debería reunirse semestralmente.
La clave reside en que por primera vez EH Bildu ha conseguido formar grupo propio esta legislatura y, como tal, le corresponde asiento en la comisión de control de los créditos destinados a gastos reservados, también conocida como la comisión de secretos oficiales. Este espacio, en el que se impone confidencialidad sobre todas sus deliberaciones, es en el que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) rinde cuentas sobre sus actividades, y donde se fiscaliza el uso de los fondos reservados por parte de los Ministerios de Interior, Defensa y Exteriores.
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