Ayuso defiende la libertad contra «los que nos quieren dependientes y tristes» en su mensaje de fin de año
La presidenta de la Comunidad de Madrid advierte de que «el desacuerdo no debería degenerar en polarización»
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reivindicó ayer en su mensaje de fin de año desde la Puerta del Sol la «libertad» y la «alegría» de los madrileños, ante aquellos que «nos quieren dependientes, tristes y quejumbrosos». La líder regional advirtió de que «el desacuerdo no debería degenerar en polarización, ni la preocupación en hartazgo ni en mal humor».
La líder regional recordó la promesa que hizo hace un año: «Que tras tanto sufrimiento este sería el año del trabajo y la esperanza, que sabríamos estar a la altura, tras haber comprobado que no sobraba nadie, que cada vida es única e insustituible, y que cada uno desempeña un papel fundamental para los demás».
Por ello, afirmó que «aún seguimos luchando contra el virus y a favor de las familias, las empresas, los autónomos, el empleo, el turismo, la hostelería, los servicios públicos, la colaboración público-privada, la innovación y la inversión».
Ayuso puso especial hincapié en agradecer «vuestra vitalidad, alegría y empuje: se habla de Madrid en el mundo y se habla bien. Las empresas, inversores y visitantes miran a Madrid como ejemplo de actitud ante la adversidad; las medidas que hemos ido tomando –por ejemplo, el programa Vigía, el Zendal, o el mantener abiertas la cultura y los colegios– han servido de modelo dentro y fuera de España».
Libertad en Madrid
La presidenta madrileña insistió en que «la vitalidad de las calles revela que, en medio de todo, la libertad y la responsabilidad como modelo se corresponden con nuestra forma de ser. Ante la pregunta de: ¿Libertad para qué? Los españoles lo tenemos claro: para vivir». En este sentido, criticó que «algunos nos quieren dependientes, tristes y quejumbrosos: pero en Madrid donde se reúne toda España y de muchas partes del mundo, especialmente de Hispanoamérica, sabemos que somos alegres, luchadores y que no queremos depender de nadie, sino ser motor de nuestras vidas y de la nación, ejemplo para Europa y el mundo. Queremos ser una oportunidad y no una carga».
Ayuso dedicó una parte de su discurso a los sanitarios, «especialmente a los que están en primera línea: estos días en urgencias y en la atención primaria. Sin ellos, ¿dónde estaríamos? Asumo personalmente renovar mi apuesta por la mejora del servicio, del que todos nos sentimos orgullosos».
Finalmente, pidió «unidad» para salir adelante y «para conservar la alegría porque, a su juicio, «el desacuerdo no debería degenerar en polarización, ni la preocupación en hartazgo ni mal humor. Los madrileños hemos demostrado estos meses una dignidad impresionante, todos: que no se nos olvide. El único enemigo estos largos meses ha sido el virus. Y así debe seguir siendo».
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