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jueves, 5 de septiembre de 2013

¡MAMI,YA ESTOY EN MIAMI¡

¿Y qué pasa si los alumnos se ponen incisivos con la nueva profesora socialista recién llegada de España?
En el inicio de septiembre las temperaturas son todavía similares a las que ella sobrellevaba en Madrid: unos 33 grados a pleno sol. Pero aquí, en Miami, la humedad es del 72%. Eso lo cambia todo. El vestido azul eléctrico de cremallera, que tanto le gusta, se le pega a la espalda. El sudor brota a borbollones. La presión no es la de la meseta madrileña, a 667 metros. En la costa siente la cabeza embotada. Pero aún así, Carme/Carmen está «happy». Necesitaba un cambio. Dejar atrás el desprecio —finolis y zorruno— de Alfredo.Olvidar los cuchicheos de la pandi, Elena, Soraya y Edu, disparando misilazos submarinos con la sonrisa puesta. Descansar de la esquizofrenia de pasar por catalanista en Madrid y por españolista en Barcelona, cuando a ella lo que le gusta es estar de perfil y ser de lo que toque. Miami, buena jugada. Alfredo está más gastado que el menisco de Kaká. Los otros tienen la profundidad de un charco en el Sahara. Hay posibilidades. Y mientras, aquí se está bien. Palmeras. El culto hedonista en esas playas. Money.
Hoy esel primer día de clase en el Miami Dade College. El rector, que se apellida como los pimientos, Padrón, hace la presentación de la nueva profesora a un grupo interracial y variopinto de alumnos. Unos gastan pinta preppy, otros parecen salidos de un vídeo de Marc Anthony. Carme quiere que la primera clase sea «participativa y democrática», «de igual a igual». Invita a las «estudiantas y estudiantes» a intervenir. Una oriental con gafas de culo de vaso levanta la mano: «¿Por qué la eligieron cómo ministra de Defensa si usted jamás había tenido nada que ver con eso?» Carmen carraspea, toma aire unos segundos eternos, y despeja: «En la sociedad moderna la inteligencia lateral se impone a la acumulación de experiencias». La china flipa un poco pero no dice nada.
Un chaval de nítido origen cubano y bigotillo de pelusa pregunta en español: «Carme, uté fue también ministra de Vivienda. Pero justo despué, España sufrió el pinchaso inmobiliario. ¿Cuál es su legado en el Ministerio?». Carme se viene arriba: «Implementamos programas pioneros, orientados al fomento de las oportunidades, como entiendo que procede en una gobernanza socialdemócrata moderna». Otro chaval cubano, que tiene un primo que ha perdido su piso en Lugo por un desahucio, se subleva: «¡Pero usted no hizo nada por evitar los desahucios!». Carme pide sosiego. El profesor Padrón tercia: «Carmen, ¿podrías explicarnos la Alianza de Civilizaciones del doctor Zapatero?». Carme les endilga una chapa de 17 minutos. La china levanta la mano. «¿Es verdad que Zapatero le dejó a Rajoy 27.000 millones de euros de agujero sin informarle?». El cubano con parientes en Lugo sigue pesadito: «Oiga Carmen, ¿por qué atacaba tanto su gobierno a los curas si en España todo el mundo es católico? Y otra dudita: ¿Es verdad que allá le escribían todas los eslóganes que decía en público porque a usted sola no se le ocurre na?».
Carme da un brinco en la cama y se despierta empapada en sudor. Seis y media de la mañana. Pero fuera ya se intuye el sol tras las palmeras. El futuro es radiante. Hoy es su primer día en el Miami Dade College.
COMENTARIO:Y esta progre, por que no va a dar clases a un instituto o universidad de un país pobre? Vaya hipócrita. Se va a EEUU donde tiene garantizada la buena vida. Todos los progres son iguales: mucha chorrada con la pobreza y la igualdad y bla bla bla pero todos demuestran que les gusta el dinero mas que a un tonto un lápiz. Levantan la mano izquierda en los mítines socialistas pero luego la estiran por detrás para cobrar. Además, no fue esta y su partido los del cansino "no a la guerra"? Que hace yendo a EEUU entonces?  HIPOCRITA!!!

1 comentario:

Literatura dijo...

Bueno, aparte de que no esté para nada de acuerdo con tu demagógica opinión, das por sentado que todos los españoles somos católicos, y mirar las estadísticas al respecto no te haría ningún mal, no, me da que te llevarías un muy buen chasco. Yo misma no lo soy, y españolita sí que soy, y de pura cepa, jeje.

Mis saludos al Generalísimo ¡Heil Hitler!