El Gobierno de David Cameron subió ayer varios peldaños de golpe en la escalada de tensión diplomática con España a causa de Gibraltar, que se prolonga ya desde hace un mes. Su ministro de Asuntos Exteriores, William Hague, se dirigió al Parlamento británico para asegurar, en un tono de inusual dureza, que el Reino Unido "hará lo que sea necesario para proteger Gibraltar", y denunció las "incursiones ilegales" de la Guardia Civil en lo que denominó "British Gibraltar Territorial Waters" ('Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar'), que España jamás ha reconocido.
En una comunicación escrita enviada al Parlamento, Hague afirmó que el Reino Unido "no va a permanecer pasivo" ante las "amenazas" y la "injustificable conducta" por parte del Gobierno español. Y advirtió que, tras las inmersiones de buzos de la Guardia Civil para verificar el lanzamiento al mar de bloques de hormigón por parte de las autoridades del Peñón, la Royal Navy y la policía gibraltareña están "listas para el despliegue" con el fin de "evitar" nuevas incursiones. Es la primera vez desde que se desató el conflicto que Londres menciona a su Armada como instrumento de disuasión.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy guardó ayer silencio tras las durísimas declaraciones de Hague, pero José Manuel García-Margallo tendrá hoy ocasión de darle la réplica en el Congreso. El jefe de la diplomacia española tiene previsto comparecer esta tarde ante la comisión parlamentaria de Asuntos Exteriores para explicar las medidas diplomáticas y policiales adoptadas por Madrid en respuesta a lo que el propio Margallo definió recientemente como "pérdida de confianza" en el Gobierno gibraltareño de Fabian Picardo.
El primer ministro británico, David Cameron (d), estrecha la mano al ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo. (EFE)Esas medidas fueron ayer enérgicamente criticadas por Hague, especialmente los "desproporcionados controles en la frontera" y los "retrasos de hasta siete horas" para entrar y salir del Peñón. El titular del Foreign Office calificó de "inaceptables" las largas colas originadas por esos controles, que han provocado, aseguró, pérdidas a los comerciantes de la colonia británica como consecuencia del menor número de visitantes que llega a la Roca a través de la Verja. Y denunció, además, la "conducta agresiva" de los agentes de la Guardia Civil desplegados en el paso fronterizo.
La declaración de Hague ante el Parlamento británico se produce tres días después de que el Gobierno español anunciase que castigará con multas millonarias a las gasolineras flotantes que operan en el estrecho de Gibraltar para trasvasar combustible a otros buques mercantes, una práctica conocida como bunkering que reporta sustanciosos beneficios al Peñón. La medida está incluida en la reforma de la Ley de Patrimonio Natural que el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes, y que inmediatamente fue calificada por Picardo como un "acto de mala fe".
COMENTARIO:
Esto va bien. Gibraltar le está empezando a costar dinero y quebraderos de cabeza al gobierno británico.
El gobierno británico retiene Gibraltar porque le sale gratis y siempre es una baza para negociar con España y satisfacer el orgullo patrio de la población inglesa.
Eso sí, en el momento en que tengan que dedicar dinero del muy deficitario presupuesto de Su Majestad en mantener a una panda de morenitos dentro del Imperio, nos devuelven Gibraltar con llanitos y monos incluidos igual que le devolvieron Hong Kong a la China comunista sin preocuparse lo más mínimo de la opinión de sus habitantes. Sólo hace falta encontrar una forma de hacerlo de manera que salven la cara delante de su opinión pública.
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