LAS LAMENTACIONES. por José Ángel Miyares Valle

 

EL MURO DE LAS LAMENTACIONES.

Entre ella y yo se metió otro y tuvimos que dejar la relación hermosa que teníamos de complicidad y amor  eso es el inicio de una nueva realidad virtual que nos lleva  a ser insolidarios con los que nos acompaña y priva de  nuestra comunicación oral , hablan de todo, todo lo sabemos pero no nos paramos a ver si es cierto  nos enzarzamos  en discusiones estériles, vacuas de veracidad y respeto ,de insultos o amoríos desconocidos  que duran lo que dura un destello de una estrella fugaz en noche clara de poca luna porque hoy por hoy lo que no se alimenta se acaba muriendo y el teléfono es nuestro mejor amigo, amiga pero es muy tirano y nos absorbe ya que en  su encanto está el peligro, nos seduce y nos llama cada vez que alguien nos insulte ,aplauda o nos dé una  noticia nos envía un mensaje con su sonido insistente ¿a ver que me ha  cantado el desconocido? los matrimonios , parejas o familias van a comer en celebración de algún evento y no pueden dejar de chatear con el desconocido y que  algún desconocido sea más importante que tu propia familia cuando menos es una perversión de la comunicación humanidad y calor del roce, llegando a ser más importante confidente que ninguno de los tuyos él siempre te escucha y no te  contradice y si alguien los hace lo liquidas mándalo previamente  al carajo y bloqueando sin ningún remordimiento ni siquiera lo encontraremos en la calle porque somos ambos dos desconocidos generalmente, también  nos sirve de consuelo y desahogo político, de rebeldía cómoda, de creer que todo se soluciona con nuestros exabruptos espontáneos pero con eso nos conformamos, ya cumplimos,  nos vuelve inmovilista, cómodos, no salimos a  protestar a la calle porque ya creemos que está todo  hecho y eso no es solución, nos sentimos muy acompañados y autosuficientes con los miles amigos desconocidos que tenemos pero a la hora de la verdad, estamos más solos que nunca, amigos, amigas sois vosotros los de carne hueso que se pueden tocar ,abrazar y besar a quien de verdad os quiero  y siempre querré con virtudes y defectos, cosas muy humanas, porque el muro de las lamentaciones  solo sirve para eso ,lamentarse pero sin arreglar nada.  

José Ángel Miyares Valle