LA FECHA MARCADA EN ROJO EN EL CALENDARIO DE PUTIN PARA PONER FIN A LA GUERRA DE UCRANIA

 La fecha marcada en rojo en el calendario de Putin para poner fin a la guerra de Ucrania

El 9 de mayo Rusia celebra el Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial, una de sus festividades más grandes, con desfiles militares que marchan por todo el país

Los expertos apuntan al 9 de mayo, Día de la Victoria en Rusia que conmemora la rendición de la Alemania nazi en 1945, como el próximo hito decisivo para Vladimir Putin. Para esa fecha, dicen, Rusia debe encontrar alguna manera de declarar una victoria y cesará la lucha, o habrá una transición de la «operación militar especial» a una guerra declarada. Entonces Rusia emprendería una movilización a mayor escala para derrotar a Ucrania.

Sin embargo, las fuerzas de Putin parecen estar dispersas y exhaustas. Observadores militares y de inteligencia de EE.UU. le dijeron a 'Newsweek' que la gran ofensiva esperada en el sur ya se ha convertido en un punto muerto: ninguno de los bandos puede derrotar completamente al otro.

El jueves, Putin declaró a Mariúpol «liberada» después de 53 días de lucha, e instó a su ejército a seguir adelante. «No hay necesidad de subir a estas catacumbas y arrastrarse bajo tierra a través de estas instalaciones industriales», dijo, refiriéndose a la acería de Azovstal en el norte de la ciudad, una de las más grandes de Europa. Allí aguantan unos 2.000 ucranianos, más de la mitad de ellos civiles.

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Serhiy Volyna, comandante de la 36.ª Brigada de Infantería de Marina de Ucrania, una de las principales unidades que defienden la ciudad, respondió a Putin: «No importa lo que te diga la propaganda rusa, luchamos en feroces batallas todos los días y retenemos a miles de tropas enemigas, impidiéndoles avanzando a costa de esfuerzos sobrehumanos y grandes pérdidas».

Para el domingo pasado, la ofensiva de pinzas de Rusia en el Donbass se había estancado. Lo que llevó a que los ataques aéreos rusos se intensificaran, disparando unos 1.000 proyectiles diarios, el triple del promedio de la campaña. Pero sobre el terreno, las fuerzas rusas se movieron solo unos kilómetros, perdiendo tanto territorio como el que ganaban.

En Járkov y sus alrededores, Moscú perdió más durante la semana pasada. Aunque Rusia continuó con intensos ataques de artillería y aéreos en áreas urbanas edificadas, el perímetro del control territorial ucraniano alrededor de la ciudad se amplió. Ucrania también logró liberar varios pueblos y aldeas en la periferia de la ciudad, según el gobernador Oleh Synehubov. De hecho, los observadores de inteligencia de EE.UU. dicen que Rusia parece haber renunciado por completo al objetivo de tomar la ciudad más grande del este de Ucrania, al igual que renunció a Kiev, otra gran derrota.

En el frente sur, más al oeste, donde Rusia dice que busca tomar todo el sur de Ucrania, las fuerzas de Putin también se han estancado. Las fuerzas rusas no han podido moverse hacia el norte fuera de Jersón para tomar Mykolaiv, una ciudad de casi medio millón de habitantes.

Putin puede lograr algún progreso en el Donbass en las próximas dos semanas para permitirle declarar la victoria el 9 de mayo, pero en general, según indican analistas, el pronóstico sobre el terreno es sombrío. Eso deja declarar la guerra y ordenar una movilización nacional como segunda opción de Putin para esa fecha: un movimiento decisivo para igualar la gravedad del día nacional ruso.

Michael Kofman, director de estudios rusos en el Centro de Análisis Naval de Washington, tuiteó el fin de semana pasado que: «Sin movilización nacional, creo que el Donbass es la última gran ofensiva que el ejército ruso puede intentar dado el estado actual y la disponibilidad de fuerzas. Si tiene éxito, o falla, el ejército ruso se agotará en gran medida en términos de potencial ofensivo».