La patronal alemana pide la jubilación a los 70 años
«Tenemos que ser honestos con la gente: no podremos mantener mucho más tiempo la edad de jubilación a los 67», confesó el presidente de la patronal del Metal, Stefan Wolf
Los 20 millones de jubilados alemanes esperan una subida de las pensiones el próximo año, por lo que el eterno problema sin resolver parece atravesar una meseta relativamente satisfactoria y los partidos políticos evitan estratégicamente mencionarlo en sus campañas electorales en curso. Pero el presidente de la patronal del Metal, Stefan Wolf, acaba de aguar la fiesta a todos ellos. En una entrevista en la que le preguntaban sobre la evolución del problema, ha manifestado abiertamente su valoración: «muy mal». Y se ha pronunciado a favor de una edad de jubilación significativamente más tardía. «Tenemos que ser honestos con la gente: no podremos mantener mucho más tiempo la edad de jubilación a los 67», ha confesado Wolf a los periódicos del grupo de medios Funke.
«Tendremos que hablar cuanto antes de una edad de jubilación de 69 a 70 años, es un debate inevitable en los próximos años», considera. El presidente de Gesamtmetall, que representa a empresas de la industria metalúrgica y eléctrica, adviertie sobre el grave problema de financiación de los fondos de pensiones ante el aumento de la esperanza de vida. La consecuencia de esto debe ser que «la gente trabajará más».
De hecho, el sistema de pensiones en su forma actual está llegando a sus límites en Alemania. Debido al envejecimiento de la sociedad, hay demasiados beneficiarios a largo plazo en comparación con muy pocos contribuyentes. Para poder seguir financiando el sistema, la edad de jubilación está ya aumentando gradualmente desde los 65 de 2012 hasta los 67 años, edad que entrará en vigor en 2031. Al mismo tiempo, sigue creciendo en los presupuestos generales, también progresivamente, la proporción que el Estado debe agregar al fondo de pensiones con cargo a los ingresos fiscales. Basándose en todo esto, el ministro de Trabajo, Hubertus Heil, ha rechazado recientemente una edad de jubilación más tardía, una propuesta que considera «cínica», alegando que Alemania ya tiene una de las edades de jubilación más altas de Europa. Heil ha puesto fin a la discusión sobre si la edad de jubilación debería aumentar más y se centra en la inclusión de los autónomos en el sistema de para estabilizar los fondos de pensiones.
El caso es que el consejo científico asesor del Ministerio Federal de Economía también ha pedido recientemente una edad de entrada en la jubilación más alta, debido a los problemas de financiación de la pensión, que sigue vinculada a una esperanza de vida desfasada de acuerdo a los nuevos estándares. El Instituto Ifo también aboga por un aumento adicional de la edad de jubilación; de lo contrario, los costes adicionales previsibles podrían conducir a un IVA más alto del 23% en 2030 y del 27% en 2050. El sistema amenaza con colapsar cuando llegue la jubilación concentrada de las cohortes de la generación de la década de los años 70, con altas tasas de natalidad y con trabajadores más altamente cualificados y con empleos cada vez más remunerados cuando se jubilan, lo que añade peso al fondo de pensiones.
La proporción de personas mayores que continúan trabajando en Alemania después de haber alcanzado la edad de jubilación, por otra parte, está ya aumentando drásticamente. Si bien solo el 4% de los hombres y mujeres de 65 años o más estaban empleados en 2009, la cifra ya era del 8% en 2019, según la Oficina Federal de Estadística. Especialmente las personas más altamente cualificadas continúan trabajando: de ellas, alrededor de uno de cada cuatro (26%) en el grupo de edad de 65 a 69 años todavía tenía un empleo remunerado en 2019. Entre los poco cualificados el porcentaje era solo del 13%. Más de un tercio (38%) de los empleados de 65 años o más se ganan la vida principalmente a través de actividades profesionales. "Para casi dos tercios de los trabajadores mayores, su trabajo es más un ingreso adicional", determina el estudio estadístico.
Los autónomos, en particular, suelen ejercer su profesión después de los 65 años en un 37%, luna proporción es más de tres veces mayor que la del conjunto de los empleados (10%). «Una razón para esto puede ser que no existe un seguro de pensión obligatorio para los autónomos, por lo que muchos de ellos no reciben una pensión legal en la vejez», dicen los expertos del Ifo, «además no existe una edad legal de jubilación como punto de referencia psicológico». Y un último fenómeno demográfico-laboral se suma a la ecuación imposible. Para 2030, se calcula que el mercado laboral alemán tenga solo 42,6 millones de personas disponibles, un millón menos que en 2019, dato que amenaza con romper las últimas costuras del fondo de pensiones.
MEJOR TRABAJAR HASTA MORIR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario