Aragonès advierte a Sánchez: los acuerdos de la Bilateral «no serán la moneda de cambio» en la «mesa de diálogo»
El presidente autonómico catalán, en un discurso triunfalista, recuerda que la Generalitat no renuncia al referéndum
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès (ERC), ha comparecido este martes ante la prensa para resumir el curso político, antes de tomar unos días de vacaciones, con un discurso triunfalista por los 71 días que lleva operativo su Govern, tras 240 días en funciones, y con la vista puesta en el pulso que le planteará al Gobierno de España, a partir de septiembre, exigiéndole una amnistía para los encausados por el 'procés' y la celebración de un referéndum de independencia.
Aragonès ha destacado que, tras conseguir que la relación con el Gobierno sea «de igual a igual» y definir el curso como de «alta complejidad», intensificará las reuniones y los encuentros «discretos» con los partidos y entidades independentistas para llegar juntos a la reunión de septiembre de la llamada «mesa de diálogo» con Pedro Sánchez. «Vamos con la máxima ambición (a la reunión de septiembre), por eso será difícil. No vamos a renunciar a nada», ha dicho.
En esta línea, el presidente autonómico catalán ha insistido en que cualquier acuerdo que salga de la «mesa de diálogo» tendrá que contar, posteriormente, «con el aval de la ciudadanía de Cataluña con el voto». En este espacio, el de la «mesa de diálogo», la Generalitat pondrá encima de la mesa reivindicaciones de los grupos secesionistas como la soberanía, la independencia y la amnistía.
En cualquier caso, un día después de la reunión de la Comisión Bilateral en Madrid, Aragonès ha recordado al Ejecutivo de Sánchez que no solo el resultado de esta Comisión fue «insuficiente», porque quiere todos los traspasos pendientes, sino que estos «no son, ni pueden ser, ni serán, la moneda de cambio para no abordar el conflicto político con la amnistía y el referéndum».
Pandemia, gasto, aeropuerto
Al margen de la negociación política con el Gobierno, el presidente de la Generalitat ha presentado, con un tono triunfalista, varios asuntos relacionados con la actualidad y, principalmente, la pandemia y el gasto público para frenar los efectos económicos gestionados durante los poco más de dos meses de Govern.
Así, ha indicado que el 58 por ciento de los catalanes ya tienen la pauta completa de la vacuna contra el Covid y que la Generalitat ha movilizado 900 millones de euros que beneficiarán a medio millón de personas, ha aumentado 70 millones el dinero destinado a la renta garantizada de ciudadanía y, por ejemplo, otros 20 millones de euros para ayudar a las personas más vulnerables con sus alquileres.
Igualmente, Aragonès ha defendido la ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y la mejora de la instalación para convertirlo en un 'hub' internacional, cuya inversión del Gobierno será de 1.700 millones de euros, según se supo ayer tras la Comisión Bilateral, pero ha recordado que toda la operación será «compatible con la naturaleza» y con el compromiso absoluto con el medio ambiente.
Reforma en el área de los escoltas presidenciales
Por otro lado, antes de la intervención del presidente autonómico, la portavoz de la Generalitat, Patrícia Plaja, ha anunciado una reestructuración de la Consejería de Interior que afecta a dos aspectos: los servicios jurídicos y el área de los escoltas que, hasta la fecha, se encargaban de proteger al presidente autonómico y que creó Quim Torra.
Con los cambios, serán los servicios jurídicos centrales del Govern catalán -más politizados- quienes asumirán, a partir de ahora, la defensa jurídica de los Mossos d'Esquadra y no el gabinete jurídico de la Consejería. Plaja ha defendido este cambio bajo los parámetros de «mayor coherencia» y «unificación de criterios» para la defensa jurídica de los servidores públicos. Desde el independentismo más radical se ha acusado a los servicios jurídicos de Interior de acusar a los radicales secesionistas violentos que, en las distintas algaradas, han agredido a los agentes de los Mossos.
El otro ajuste de Interior afecta al área de los escoltas que creó Torra y que ahora dependerá de la Dirección general autonómica, de carácter político y no técnico. Es decir, se evita que la cúpula de los Mossos controlen a los escoltas que atienden al presidente de la Generalitat, su vivienda privada y los edificios clave para la Generalitat. Esta reforma tendrá, a partir de ahora, dos áreas, una presidencial y otra de autoridades, para aquellas personas que necesiten un refuerzo de escoltas.
SON INSACIABLES
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