¿LOS JÓVENES SI?
Para un buen desarrollo económico se necesita: confianza, ampliación de la demanda y crecimiento económico. Con tasas de desempleo elevadas: no hay confianza. Sin ingresos dignos y adecuados: la demanda no aumenta y obliga a bajar el precio de la oferta con beneficios ínfimos (si no es con pérdidas). Sin confianza ni aumento de la demanda con beneficio en la oferta: no hay crecimiento económico. Debemos crecer con tasas de desempleo menores del 3% y pagar la deuda soberana con el esfuerzo de todos; porque si la UE no logra esto para cada uno de sus estados miembros y estos para sus regiones, entonces la desigualdad desmantelará el kiosco que se tiene montado en la UE.
Hablando de kioscos: denle una oportunidad al kiosco. El lector de un diario podría hacerse suscritor pagando la suscripción digital en él. Además, al hacer la suscripción, tentado por la prensa en papel presente, la compra mientras socializa. Mantener las cosas sencillas es lo que da confianza, ampliación de la demanda y crecimiento económico, o al menos actividad y empleo. Mantengamos y hagamos que crezcan microempresas como los kioscos.
Nada es sencillo, pero tengo la evidencia de que con seis palillos se pueden construir cuatro triángulos equiláteros si uno no se complica la vida; ocurre lo mismo con la serie: 1, 11, 21, 1211..., fácil de seguir para un balbuciente.
En el parchís hay que colocarse detrás de los contrarios a la distancia de la probabilidad de tus dados, y nunca por delante de la probabilidad de sus dados. Es decir: hay que prever. Teniendo como tenemos una siderurgia integral y teniendo en Suecia y Austria siderurgias de hidrógeno con producción eminente (lo que implica que comenzaron hace años), ¿cómo es que en Asturias no estamos ya produciendo hidrógeno en plataformas eólico-solares flotantes y energía eléctrica con aerogeneradores fijos offshore? Hemos de prever e ir por delante. Después, todo es baldío. El Musel debe recibir y distribuir esponja de hierro e hidrógeno de producciones propias o provenientes de Mauritania.
"En 30 o 40 años todo será absolutamente diferente en todos los aspectos de la existencia. El más interesante y, seguramente, el más peligroso de esos cambios es el trabajo humano (...) La microelectrónica y la robotización van a cambiar la vida humana. El trabajo humano en el sentido tradicional va a desaparecer. Eso no significa que los hombres no vayan a hacer nada. Significa que se va a acabar el trabajo asalariado" (Adam Schaff, 1982).
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