La víctima de los abusos del exmarido de Mónica Oltra: «Me dieron la espalda los que debían protegerme»
La joven lamenta la falta de protección de los responsables de su tutela cuando era menor y se produjeron los hechos.
«Lo pasé muy mal. Cuando contaba lo que me hacía nadie me creía. Me escapaba del centro porque no quería verlo». Teresa T. M. sufrió los abusos sexuales de Luis Eduardo Ramírez Icardi cuando era una niña y vivía en una residencia bajo la tutela de la Generalitat Valenciana.
Esta semana, la Audiencia Provincial ha condenado a cinco años de cárcel al que fuera su educador. La sentencia, además, reprocha con dureza al Gobierno valenciano la desprotección a la niña y que no pusiera el caso en conocimiento de la Fiscalía de Menores.
En el momento de los hechos, entre finales de 2016 y 2017, el educador estaba casado con la vicepresidenta de la Generalitat y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, quien este viernes ha proclamado «rotundamente» que su relación personal con el ahora condenado «no influyó» en la actuación de su departamento respecto a este caso de abuso a una menor.
La víctima también ha dado su versión de los hechos este viernes. En unas declaraciones a «Las Provincias», Teresa T. M. ha narrado que se «escapaba del centro porque no quería ver» a su educador. «Se aprovechó de mí. Yo le contaba todo porque era muy buena persona conmigo, pero me decepcionó», recuerda, la joven, que en la actualidad tiene 18 años y está embarazada.
Teresa critica el trato recibido: «Mucha tutela, mucha tutela, mucho derecho del menor..., pero cuando necesitaba apoyo de verdad no lo tuve. La sentencia no sé si es justa porque yo no sé de leyes, pero a mí me hicieron mucho daño. Primero él y luego los que decían que yo mentía».
Según lamenta, «me dieron la espalda los que debían protegerme» y recuerda un episodio en el que «hablé con la directora y me dijo que no creía que Luis fuera capaz de hacer lo que yo decía. Eso me dolió mucho».
En su sentencia, la juez recrimina a la Generalitat la «hostilidad y absoluta falta de empatía hacia la víctima que se trasluce en los informes aportados, y que se elaboran por quienes, paradójicamente, estaban llamados a protegerla». De hecho, el exmarido de Oltra mantuvo el trabajo y la menor fue trasladada a otro centro.
La vicepresidenta de la Generalitat asegura que asume «toda» la responsabilidad política de la gestión de su Conselleria, considerada por parte de la sala que juzgó el caso como hostil hacia la víctima de los abusos sexuales.
Ahora, Teresa trata de rehacer su vida, a punto de dar a luz, con un padre cumpliendo condena en prisión y su madre en tratamiento para superar una drogodependencia.
AQUI DEPENDE QUIÉN SE AL VIOLADOR
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