Un nuevo mapa de la pobreza
Cálculos recientes dibujan una radiografía diferente del fenómeno en España.
Una Extremadura de pobres y una Cataluña de ricos. El turismo es el Rey Midas que todo lo salva. Dos aparentes verdades que tienen en los tópicos uno de sus principales sustentos. El impacto de la crisis, sin embargo, está haciendo que los investigadores se planteen nuevas maneras de abordar el cálculo de los niveles de pobreza en España. Están entregando radiografías diferentes a las que estamos acostumbrados. El mapa de la pobreza se está redibujando.
“El crecimiento de las tasas de pobreza es más elevado cuando tenemos en cuenta la evolución del coste de vida en cada territorio”, explica la profesora Elena Lasarte, del Laboratorio de Análisis Económico Regional de la Universidad de Oviedo, REGIOlab. En su trabajo se incluye por primera vez este factor en el cálculo. La diferencia en el método ofrece un panorama más duro que el de las estadísticas oficiales. “Las regiones con mayor renta, mayor especialización en el turismo y mayor grado de urbanización son las que tienen costes de vida más altos y esto se traduce en una mayor incidencia de la pobreza de lo que habitualmente se estima”, apunta.
Otro trabajo reciente es La pobreza en España y sus comunidades autónomas: 2006-2011, realizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas. Es uno de los más extensos que se han publicado últimamente. Entre sus conclusiones está que en los seis años analizados se aprecian disminuciones en el porcentaje de hogares pobres en lugares como Cantabria o Extremadura, con bajadas de hasta 10 puntos. Los descensos se mantienen incluso si solo se tienen en cuenta los últimos dos años. Pero no son todo buenas noticias. “Las familias se han reagrupado, lo que hace que los gastos familiares sean más altos. Ahora hay más miembros por unidad familiar”, explica Antonio Villar, coautor del estudio y profesor de la Universidad Pablo de Olavide.
Si se comparan los estudios valenciano y ovetense, la diferencia de la incidencia de la pobreza en toda España cambia en una media de 5,7 puntos, llegando al 24,7% en el segundo. En el caso de Cataluña, por ejemplo, la tasa de pobreza pasa del 27% al 33% solo en 2011. En Madrid el aumento es de seis puntos. En La Rioja, la pobreza disminuye.
Existen varias maneras de calcular el porcentaje de población que se puede considerar pobre, es decir, en una clara desventaja económica y social respecto a su entorno. Si bien hay muchos índices multidimensionales que tienen en cuenta variables como el acceso a la salud o el paro de larga duración, el procedimiento base siempre pasa por medir el bienestar material. Esto se logra a través de los ingresos, gastos o renta per cápita y definir como pobres a los que están por debajo del 60% de la mediana: la línea de pobreza.
Sin embargo, las fuertes diferencias en niveles de vida y cambios relevantes en la cesta de la compra entre comunidades autónomas hacen que estas dos variables sean fundamentales a la hora de calcular la tasa de pobreza. “Hay un gran sesgo en el IPC, no refleja fielmente el coste de vida. Son canastas fijas en el espacio y no demuestran diferencias en preferencias o cantidades consumidas”, asegura Lasarte. Para suplir esta carencia, en REGIOlab utilizan un sistema de demanda cuasi ideal, el índice de coste de vida, que incluye información sobre gastos de los hogares, cantidades consumidas y variables socioeconómicas de la comunidad autónoma. Estos datos se encuentran en la Encuesta de presupuestos familiares del Instituto Nacional de Estadística. “En lugares como Estados Unidos sí se tiene en cuenta la diferencia del coste de vida entre territorios”, asevera la investigadora.
“Se trata de estimar el coste mínimo que hay que soportar para alcanzar un nivel de utilidad determinado”, explica Lasarte. “En Barcelona, un salario puede ser muy alto, pero si lo comparas con el coste de vida, la capacidad económica es similar a la que tienes en Toledo”, ejemplifica.
El estudio del REGIOlab, sin embargo, presenta limitaciones. Los datos no contemplan cada provincia. Lasarte cree, no obstante, que la afectación de la pobreza en el arco mediterráneo continuaría, pues una gran incidencia del turismo siempre hace que los costes de vida aumenten. La profesora cree que, de la misma manera, en las provincias del interior de Andalucía, por ejemplo, podría haber un descenso.
Villar discrepa y cree que el turismo ha aliviado parte del impacto negativo sobre la costa mediterránea. “Una de las lecciones más claras en este sentido es que tomar como medida de pobreza únicamente la incidencia está escondiendo una parte muy relevante del problema”, asegura.
Canarias es la más desfavorecida
- El estudio del REGIOlab de Oviedo y del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, con datos de 2011, ponen a Canarias como la comunidad con más incidencia de la pobreza, con porcentajes del 39,3% y 28,9% respectivamente.
- Canarias, Cataluña, Baleares, Valencia y Murcia son las autonomías con más porcentaje de pobreza, según el estudio de la Universidad de Oviedo. Según el método empleado por la Universidad de Valencia, el orden es Canarias, Baleares, Valencia, Murcia y Cataluña.
- En la cola, según el primer estudio están Castilla-La Mancha, Cantabria, Asturias, Extremadura y País Vasco (el menos pobre). El Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas pone a País Vasco, Asturias, Castilla-La Mancha, Extremadura y La Rioja (la menos pobre).
- El promedio nacional de la incidencia de pobreza es del 18,9% según el primer estudio y del 24,7%, de acuerdo con el segundo. El INE la calculó en 2011 en el 21,8%.
COMENTARIO:
Es lo que nos han adjudicado: país de camareros y paletas... y encima orgullosos de ello: "las cifras del turismo" por aquí y allá, los menguantes gastos medios por turista, etc. Cuando se arreglen las cosas en otros destinos turísticos con problemas en la actualidad nos comeremos unos a otros..
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