Mònica López, jefa del departamento de Información Meteorológica de Televisión Española (TVE) y presentadora del espacio El Tiempo en la segunda edición del Telediario, y su número dos, Albert Barniol, controlan a través de familiares directos la empresa Meteoplay S. L., que vende servicios meteorológicos a otras televisiones y medios de comunicación. López, Barniol y otros dos miembros de su equipo utilizan los recursos de la cadena pública con fines privados y a espaldas de la dirección, según han revelado a El Confidencial fuentes muy cercanas a Prado del Rey.
Meteoplay, que tiene su sede social en Esplugues de Llobregat (Barcelona), se constituyó el 1 de marzo de 2012. Su objeto social es "la prestación de servicios de meteorología y de asesoría y consultoría medioambiental". Sus principales socios son David Torres, marido de Mònica López; Marta Barniol, hermana de Albert Barniol; Marta Martínez Bobe, hermana de Albert Martínez Bobe, ex presentador de la información meteorológica en el Canal 24h y ya desvinculado de TVE, y Ana Mariño, esposa de Martín Barreiro, presentador del tiempo en los centros territoriales de la cadena pública.
Un portavoz oficial de Leopoldo González-Echenique, presidente de Radiotelevisión Española (RTVE), aseguró ayer que la dirección del ente público "no tiene conocimiento" ni de la existencia de Meteoplay ni de que ésta utilice medios materiales y humanos de la cadena pública para uso privado. Sin embargo, fuentes de Prado del Rey reconocen que existe un profundo malestar entre los trabajadores adscritos al departamento de Información Meteorológica, entre ellos varios periodistas supuestamente marginados por López tras su desembarco en Torrespaña en 2008.
Según esas fuentes, López y Barniol han incurrido en una flagrante concurrencia desleal, que podría desembocar en un despido disciplinario. La concurrencia desleal se produce cuando un trabajador desempeña una actividad encaminada a realizar labores de la misma naturaleza o rama de producción de las que está ejecutando en virtud de su contrato de trabajo, sin consentimiento del empresario y siempre que le cause un perjuicio real o potencial. La jefa del departamento de Información Meteorológica de TVE y su segundo tienen dedicación exclusiva, añaden las mismas fuentes.
El relevo de Maldonado
TVE fichó a Mònica López en julio de 2008 para relevar al veterano José Antonio Maldonado, que se jubiló como hombre del tiempo y jefe de Información Meteorológica al cumplir 65 años y tras 22 de servicio en la cadena pública. López aterrizó en TVE a golpe de talonario -su salario es uno de los más altos de Torrespaña- procedente de TV3, la televisión autonómica catalana. Allí presentaba el tiempo en el programa Els Matins (Las Mañanas), que conducía el periodista Josep Cuní, trabajo que compatibilizaba con colaboraciones en el diario El Periódico de Catalunya.
Según las fuentes consultadas por este diario, López y Barniol han promocionado a profesionales afines -entre ellos Martín Barreiro, también socio de Meteoplay- y marginado a la mayoría de quienes trabajaron a las órdenes del jubilado Maldonado, como la veterana Ana de Roque. El ambiente en el equipo de Información Meteorológica se enrareció aún más, añaden las mismas fuentes, cuando varios de sus integrantes descubrieron en los ordenadores de TVE mapas, predicciones e informes ajenos a la cadena pública y que López producía para empresas externas.
Uno de los profesionales supuestamente relegados por López, que ha exigido mantener su identidad en el anonimato, afirma que ningún miembro del equipo de Información Meteorológica se ha atrevido hasta ahora a denunciarla ante la dirección de la cadena pública "por temor a represalias", pero asegura que los hechos ya han llegado a oídos de González-Echenique, que, de momento, "no ha movido ficha". López, por su parte, ha reconocido, en conversación telefónica con este diario, que su marido y los familiares de otros trabajadores de su equipo son socios de Meteoplay. "Es como si tienes acciones del BBVA", ha añadido.
COMENTARIO:
Primero, investigación a fondo. Y, después, obrar en consecuencia. No se puede negar la presunción de inocencia a nadie, pero esto pinta mal. Este es un gran problema en este país: el oportunismo descarado. ¿Cuántos familiares de funcionarios trabajan en gestorías y asesorías que, curiosamente, se especializan en resolver problemas que tienen que ver con la especialidad de esos funcionarios?
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