Cuatro comunidades autónomas (Madrid, Galicia, Cantabria y Extremadura) han anunciado que rebajarán los tipos impositivos en 2014 del tributo más importante del sistema fiscal, el IRPF. Sea por la mejora de la economía o por la proximidad de las elecciones autonómicas, la reducción de tipos en el impuesto sobre la renta se está imponiendo después de años en que la tendencia fue justo la contraria. Las comunidades tienen capacidad normativa sobre el 50% de este tributo que se aplica sobre los asalariados. Las normas autonómicas han ido trazando una frontera nítida entre territorios de elevada y baja carga fiscal. Así, Madrid, Galicia, La Rioja son las comunidades con una menor presión fiscal sobre el trabajo. Con independencia del sueldo, un contribuyente que resida en alguna de esas tres comunidades siempre paga por debajo de la media en el IRPF (ver imagen). En el lado opuesto se sitúan Andalucía, Asturias y Cataluña.
Para un salario bruto de 22.000 euros –que corresponde a un sueldo medio según el INE–, los cántabros son los que menos pagan por IRPF, 3.055 euros anuales en el caso de un empleado soltero y sin cargas familiares. En la mayor parte de las comunidades, la cuota fiscal para este ejemplo asciende a 3.181 euros. Una brecha de 126 euros. Las diferencias, como es lógico, aumentan en los tramos más elevados. Además, la mayoría de comunidades ha utilizado su capacidad normativa para subir los tipos para rentas medias y altas.
Por regla general, los primeros 17.707,2 euros de base imponible tributan al 24,75%, un porcentaje que se divide en un 12,75% para la parte estatal y un 12% para la autonómica. Ninguna comunidad se ha aventurado a subir el tipo mínimo. Madrid y La Rioja fueron las primeras en bajarlo ya en 2007. Ahora, Madrid lo ha vuelto a hacer y Cantabria, Galicia y Extremadura se han sumado a la nueva tendencia. El caso extremeño es particular. Rebajará el tipo para las rentas inferiores a 17.707 euros y lo subirá para los tramos entre 17.707 euros y 33.000 euros.
El resultado es que la medida del Gobierno de José Antonio Monago beneficia a contribuyentes que ganan hasta 30.000 euros. Por encima de ese nivel, los extremeños pagarán algo más por el impuesto sobre la renta el próximo año. Cantabria también ha seguido la política de recortar el IRPFen los tramos bajos y subirlos en los altos. Andalucía, Cataluña, Asturias, Comunidad Valenciana, Murcia y Canarias solo han utilizado su capacidad normativa para elevar el impuesto. Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Baleares son las únicas que, de momento, han renunciado a variar los tipos.
De las comunidades que rebajarán el tributo en 2014, la Comunidad de Madrid es la única región que aplicará un recorte para todos los tramos con independencia de su nivel salarial. Galicia bajará medio punto el tipo mínimo, que quedará en el 24,25% y Cantabria lo reducirá un punto hasta el 23,75%. La rebaja anunciada por el presidente madrileño Ignacio González supone recortar 0,4 puntos los tipos en los cuatro tramos autonómicos del impuesto. Este efecto, unido al incremento de los tipos marginales máximos aplicados por una buena parte de las comunidades provoca que las grandes diferencias se focalicen en los tramos de rentas altas.
Madrid y Cataluña, las dos comunidades que más tiran de la economía española siguen caminos opuestos. En todos los tramos, un asalariado catalán paga más por el IRPF que uno madrileño. Un trabajador en Cataluña con un sueldo hasta 30.000 euros abonará a Hacienda en torno a un 3% más que uno madrileño. Las distancias se acortan a partir de ese nivel y vuelven a incrementarse con fuerza para las rentas a partir de 120.000 euros, umbral a partir del cual la Generalitat elevó en 2010 el tipo autonómico. Un directivo del Ibex, cuyo sueldo medio ronda los 600.000 euros, pagará en Madrid 288.016 euros. En Cataluña, la factura fiscal ascenderá 308.936 euros. Una diferencia de 20.920 euros. Dicho de otra forma, Hacienda se queda el 48% del sueldo bruto de un contribuyente madrileño que gana 600.000 euros. En Cataluña, el porcentaje se eleva hasta el 51,5%.
Las cifras reflejan que la comunidad madrileña ofrece las mejores condiciones para las rentas altas, donde logran las mayores ventajas relativas. El tipo marginal máximo en Madrid, que se aplica a partir de 300.000 euros se encuentra en el 51,5% frente al 56% vigente en Cataluña, Asturias o Andalucía. La mitad de los contribuyentes que declaran más de 600.000 euros en el IRPFresiden en Madrid. Además, es la única comunidad que no aplica el impuesto sobre el patrimonio.
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