La renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), tras el acuerdo de las diferentes fuerzas parlamentarias, y muy especialmente entre PP y PSOE, está provocando un “malestar desconocido” hasta ahora en instancias de la Justicia, según ha podido saber El Confidencial de medios de este poder del Estado. De hecho, y como medidas concretas, además de un manifiesto se baraja recurrir todas las decisiones que tome el nuevo Consejo General.
Dentro del colectivo de 1.500 jueces de toda España se está preparando un manifiesto para exponer claramente el malestar creado entre estos profesionales de la Justicia, fiscales incluidos (por vez primera no hay ningún fiscal de carrera en el órgano que se ha renovado), al repartirse los políticos los cargos en un momento clave.
Las ideas básicas parten de un trabajo del juez/magistrado de Madrid, Alfonso Villagómez Cebrián, titulado "La colonización del poder judicial". “En las últimas semanas, subraya el texto, los jueces españoles hemos asistidos estupefactos a la demostración pública de que ni la mejora en el funcionamiento del Consejo General del Poder Judicial ni el reflejo en el órgano de gobierno de los jueces eran la verdadera finalidad de la reforma": lo eran los intereses propios del Partido Popular y del Partido Socialista, cuyos dos máximos representantes (Alberto Ruiz-Gallardón y Antonio Camacho) han sido los protagonistas de la vergonzosa “negociación” de los vocales.
Fernando Grande-Marlaska (EFE)
Luego se refiere a las “cualidades” o el “perfil” de los candidatos requerido y que ha dado lugar a tan “difícil mercadeo”. Sin que, por cierto, se escondiera que la negociación encontraba sus mayores escollos en determinar quíén sería el próximo presidente del Consejo, cuyo nombramiento corresponde legalmente a los vocales pero que ha sido asumido sin pudor por los líderes políticos.
Los jueces insisten en que los políticos han demostrado con ese pacto que consideran al CGPJ como una especie de tarta que es suya, que pueden repartir a su antojo y en la que los vocales son considerados como meros y obedientes convidados de piedra cuando de decisiones transcendentales se trata.
Un enfado sin precedentes
Fuentes del sector confirman a este diario que la “movida” judicial no tiene precedentes en España. Se preguntan, por ejemplo, que hará el nuevo vocal elegido a propuesta del PP, Fernando Grande-Marlaska, a su vez presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, cuando tenga que decidir sobre el recurso en el caso Bárcenas-Gurtel. O qué hará Clara Martínez, esposa del ex fiscal general con el PSOE, Cándido Conde–Pumpido, propuesta por el PSOE, si llega el recurso del “caso Faisán”.
COMENTARIO:
¡Al fin una noticia que nos llena de satisfacción¡ cuando parecía que las organizaciones judiciales estaban muertas, aceptando una vez más los apaños entre partidos para que eligiendo a sus amiguetes, se comportaran como estómagos agradecidos cuando haya que juzgar a políticos, nos encontramos con una contestación que va creciendo, y esto nos indica que no todo está perdido. Debiera anularse esta sucia elección, destinada como en el artículo se dice, a liberar de sus delitos a políticos caso Bárcenas-Gurtel o el Faisán. Que vaya a la cárcel quien tenga que ir, del partido que sea, ya hemos visto tres muestras impresentables, la de José Blanco, Yolanda Barcina y Matas, que se han ido con toda la cara sin dar cuenta de sus desmanes. Creo que es la asociación "Francisco de Vitoria" la que ha presentado la primera queja, espero que esto sea un clamor, y que obliguen al PP a cambiar la forma de elección anulando la de los amiguetes elegidos ahora
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