Profesionales de la sanidad y desarrolladores de software por un lado, empleados en tareas domésticas y camareros por el otro. Se trata de las dos caras positivas del mercado de trabajo europeo, siendo los únicos sectores en los que, en cuanto a demanda de profesionales en el primer caso y a contratación a corto plazo en el segundo, las cifras del último año no son negativas.
Según el Observatorio Europeo de Ofertas de Empleo, presentado este martes por la Comisión Europea, los especialistas en el sector de la salud pueden respirar más aliviados que otros en un panorama en el que 20 millones de personas no tienen un trabajo. Las razones del crecimiento de contratos a largo plazo en este sector son múltiples, destaca el informe: “envejecimiento de la población y avances en tecnologías y tratamientos, además de una mayor atención en medidas preventivas” crean necesidad de profesionales nuevos y mejor preparados.
Es en esta línea que, en 2012, en los países de la zona euro se contrató a un millón de nuevos profesionales de la sanidad, tanto en el sector público como en el privado. Por ser un área de potencial creación de empleo en Europa, “es urgente” que los estados miembros inviertan en el sector sanitario, ha destacado László Andor, Comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión.
España, sin embargo, no se encuentra entre los estados que contribuyen en este crecimiento, aunque la contratación de personal sanitario ha disminuido, en los últimos cuatro años, sólo el 1%.
Haciendo una media de los países europeos, el crecimiento no es excepcional: se trata de un aumento de demanda de esta mano de obra un 2% anual. El dato es, sin embargo, alentador sobre todo si se compara con la disminución de la demanda en el mercado de trabajo de la UE registrada en todos los sectores, con un 6 % menos de ofertas de empleo en el cuarto trimestre de 2012 en comparación con el último trimestre de 2011.
En el mundo cada vez más digital, quien controla las entrañas de las nuevas tecnologías también tiene más posibilidades. En cuanto a trabajos más requeridos, desarrolladores y analistas de software -quien crea los programas que utilizamos a diarios en nuestros ordenadores- ocupan la segunda plaza.
A corto plazo, cameros y trabajos domésticos
Los trabajos en los que aumenta la demanda de mano de obra para cortos lapsos de tiempo –meses o incluso solo semanas- son los de trabajos domésticos y de limpieza, seguidos por los camareros. En este tipo de empleo los dependientes de tiendas se llevan la palma –son los que, históricamente, más contratan- pero no han crecido en el último año. “Este tipo de trabajo representa una importante oportunidad para quien busca un empleo”, destaca la Comisión, “pero la mayoría de ellos serán trabajos precarios con contratos a tiempo parcial o salarios por debajo de la media”, añade.
En cuanto a la tradición de emplear trabajos temporales, el informe subraya la diferencia entre España y Alemania. En el país que hoy es la locomotora de Europa, “la mayoría de jóvenes con un contrato temporal tienen un contrato de formación o de prácticas”. En España, dónde más de la mitad de los jóvenes es desempleada, “quien firma un contrato temporal lo hace por no tener opción de encontrar un trabajo permanente”.
Una buena noticia puede encontrarse en los datos de niveles educativos, aunque tiene una parte oscura. Si es cierto que los trabajadores con un nivel educativo más alto (universitario) fueron los únicos cuya contratación subió en 2012, esto puede deberse a la “sobrecualificación” de muchos empleados: “los empleadores pueden, a menudo, sacar ventaja de la gran masa de personal muy formado que busca trabajo, ofreciéndoles trabajo en sectores que no serían de su competencia”.
No es una casualidad que, por primera vez desde el segundo trimestre de 2010, bajó de un 5%, el número de profesionales científicos e intelectuales contratados.
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