Un total de 554.000 personas han dejado Cataluña para irse al extranjero desde que comenzó la crisis económica en 2008. Y más del 90% de este colectivo son inmigrantes que optan ahora por abandonar su residencia catalana para buscar nuevas oportunidades laborales fuera de las fronteras españolas.
A pesar de una tasa de paro, según la EPA, del 23,9%, Cataluña es de las CCAA con más empleo, pero aún así la marcha de personas se hace notar. Resulta inquietante que la cifra de parados siga siendo tan alta a pesar de que se hayan marchado más de medio millón de personas.
Estos resultados de personas que han salido de Cataluña al extranjero se ofrecen el último informe de Coyuntura Económica que ha hecho público la conselleria de Economía de la Generalitat, utilizando datos de diversos organismos, entre ellos del INE.
De estos datos se desprende que desde 2009 más de 100.000 personas al año han abandonado Cataluña. En concreto, en 2012 fueron 133.140, lo que supone una variación acumulativa entre 2008 y el pasado año del 13%. En 2012 el 89% de las personas que se fueron la extranjero eran residentes sin la nacionalidad española, pero en años anteriores este porcentaje ha sido siempre superior al 90%.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas. (EFE)Según estas cifras, un 30% de este flujo migratorio hacia el exterior es de menores de 16 años, es decir, se trata de hijos que acompañan sus padres. “Este hecho sugiere que muy probablemente una parte relevante de estos menores de edad ha nacido en Cataluña y se hija de población extranjera que retorna al país de origen o que vuelve a emigrar”, señala este informe económico.
Los catalanes también se marchan
Si se separan la cifra de emigrantes de los españoles nacidos en Cataluña o en resto de España el número es muy inferior. Entre 2008 y 2012 se fueron al extranjero un total de 28.211 catalanes.
En 2012, en concreto, fueron 7.698 personas, lo que supone un aumento del 15% en comparación con las salidas registradas al inicio de la crisis, en 2008.
La marcha de personas de Cataluña continuará, según señala el estudio. “En cualquier caso, de momento no parece que esta salida de población autóctona sea muy significativa, aunque ha tendido a aumentar, y es probable que en los próximos años lo seguirán haciendo si el panorama laboral no mejora de manera clara”, apuntan los autores de este análisis. El informe habla de “inmigración temporal que puede acabar convirtiéndose en permanente”.
La cifra de 28.000 catalanes puede no parecer mucha para un período de cinco años de aguda recesión económica. Pero el estudio ya advierte que la cifra real puede ser mayor que la recogida en las estadísticas.
La razón de este posible desfase radica en que “puede que no estén contabilizados fuerzas catalanas que han emigrado pero que no se hayan dado de baja en el padrón ni se hayan dado de alta en el consulado del país de destino, especialmente las personas que han ido hacia otros países de la UE, ya que en este caso la movilidad es relativamente fácil”.
Proceso reciente
El volver a ser un país de emigrante es un fenómeno reciente y, en opinión de los autores del estudio, se trata “de personas que marchan con el objetivo de tener mejores oportunidades laborales (a menudo se plantea como una experiencia temporal). Esta población podría aflorar como emigrada en las estadísticas de los próximos años”.
La emigración de catalanes es un tema que se prefiere evitar en la Generalitat. Las pocas veces que se ha tratado fue de manera desafortunada, como cuando en la pasada legislatura interpelado sobre el paro juvenil, el entonces conseller de Empresa y Ocupación, Francesc Xavier Mena, invitó a los jóvenes en una comparecencia parlamentaria a que se fueran a servir cafés a Londres para mejorar su inglés.
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