La política exterior aliviará a Mariano Rajoy del acoso doméstico por el caso Bárcenas en el arranque del curso político. En la primera semana de septiembre el presidente del Gobierno viaja a San Petersburgo para asistir a la reunión del G-20, después se desplaza a Buenos Aires para estar presente el día 7 en la decisión del Comité Olímpico sobre la ciudad que organizará los juegos de 2020. El fin es apoyar las opciones de Madrid. Planeaba desplazarse después a China a un foro económico el día 11, pero al no estar esos días el primer ministro del país, el jefe del Ejecutivo ha renunciado a la visita.
Rajoy tiene todavía por delante una semana de vacaciones, como el Gobierno en su conjunto. En el Congreso no convocarán la Diputación Permanente (órgano de guardia durante las vacaciones) hasta el próximo martes día 27, que es precisamente la fecha establecida en los ministerios para que empiecen a concurrir secretarios de Estado y subsecretarios para preparar el Consejo de Ministros del viernes día 30, fecha oficial para el fin del periodo de asueto del Ejecutivo, que no se reúne desde el día 2.
El presidente del Gobierno tenía prevista su asistencia a la reunión del G-20 (foro de jefes de Estado y de Ejecutivo de las principales potencias económicas mundiales) convocado los días 5 y 6 en San Petersburgo, pero no estaba cerrado el programa en China de la semana siguiente. Según fuentes de La Moncloa, Rajoy ha preferido renunciar a estar presente en el “Davos de verano” convocado en Pekín al ver que no se podían conciliar “las distintas agendas”. Con entrevistas y reuniones con las autoridades del régimen, se hubiera tenido que estar en China varios días.
El Congreso celebrará esa misma segunda semana de septiembre la primera sesión de pleno ordinario y que la oposición espera para volver a la carga con el caso Bárcenas contra Rajoy con varias iniciativas, desde preguntas a propuestas para “reprobar” al jefe del Ejecutivo. Los socialistas e Izquierda Unida intentarán adelantar su ofensiva contra el presidente del Gobierno en la primera Diputación Permanente del próximo martes, pero la mayoría del Partido Popular en la Mesa de la Cámara y en el propio órgano de guardia garantiza al Gobierno mantener el calendario de actividades ordinario previsto desde principio de año.
Aplazado el viaje a China, Rajoy estará a disposición del Congreso en el pleno de control del día 11 y, además, podrá seguir desde cerca el próximo episodio judicial del caso Bárcenas de esa misma semana: las declaraciones ante Ruz de las secretarias de Álvaro Lapuerta y del ex tesorero encarcelado y las de los auditores del partido.
Ajeno a la convulsión interna que han supuesto dentro del PP en mitad de agosto las visitas como testigos de dirigentes y ex dirigentes del PP ante el juez Pablo Ruz, Rajoy y los miembros del Gobierno disfrutan de unas vacaciones más largas y tranquilas que las del año pasado, cuando España estuvo al borde del rescate o intervención global de su economía.
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