Vecinos de la 'Plaza Roja' de Vallecas denuncian «acoso» por llevar camisetas con el símbolo de la Policía
Los agentes identifican a uno de los ultras de izquierda con antecedentes previos en el último encontronazo a una familia del barrio
«Nos saltan las lágrimas de impotencia. No podemos vivir en un estado de terror», lamenta uno de los afectados
«Nos saltan las lágrimas de impotencia. No podemos vivir en un estado de terror». Con estas palabras resume Santiago del Barrio el «acoso» y el «miedo» que sintió ayer su familia tras el último incidente ocurrido en su vecindario de toda la vida, Puente de Vallecas. Como cada fin de semana, acudió junto a su hijo menor y su mujer a visitar a su otro vástago y sus nietos, que viven junto a la plaza de la Constitución -conocida como la 'Plaza Roja'-. Habían quedado para ir a tomar el apertivo juntos a un bar cercano. Pero esta escena cotidiana se frustró por un detalle: su hijo menor llevaba una camiseta con un distintivo de la Policía Nacional, ya que venía de la academia donde oposita, y este fue motivo suficiente para que fuera increpado por un radical vinculado a grupos de ultraizquierda.
«Estábamos sentados en un mesa al fondo, el bar estaba vacío, pero un individuo con la cabeza rapada, tatuajes y alto ha entrado derecho a por mi hijo. Le ha pegado un empujón. Quería provocar una pelea», relata a ABC del Barrio. «Se ha encarado con toda la familia. Nos hemos quedado atónitos, no sabía de qué iba. Pero como ninguno hemos respondido a ninguna palabra, se fue a un bar de en frente y empezó a llamar a más colegas. Ahí es cuando decidí que había que llamar a la Policía», prosigue el vecino que asegura que los «intimidaban con la mirada».
Ante la tensión de la situación, la Policía les recomendó esperar en una calle adyacente mientras llegaban las tres patrullas que se desplegaron en la zona para evitar posibles altercados. «Es muy duro tener que ver a mis nietos pequeños llorando y que no nos podamos sentar a tomar una cerveza en el barrio por miedo a esta gente, por llevar una camiseta», asegura. Una vez que los agentes se personaron en el lugar de los hechos, identificaron a uno de los ultras de izquierda al que ya constaban antecedentes policiales.
No es la primera vez que sucede algo así en la zona. «Hace 4 años, a las puertas de la Asamblea de Madrid también tuve que llamar a la Policía, nos metimos en el centro comercial, para que las cámaras grabaran», cuenta del Barrio, que en aquella ocasión regresaba a casa de un acto en memoria de La Legión y un polo con el distintivo.
Del Barrio también fue testigo de cómo el 12 de octubre de 2013 un grupo de 25 personas destrozaron el mobiliario de un bar de la zona frecuentado por miembros de La Legión. Atacaron a las víctimas con palos, piedras y una defensa extensible por cuestiones ideológicas.
ESPAÑA PARAISO DE DELINCUENTES
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