Juan Carlos I, a su biógrafa francesa en Abu Dabi : «Algunos están muy contentos de que me haya ido»
Según 'Paris Match': Se han roto las relaciones entre Felipe VI y su padre: «Ni siquiera habría felicitado a su padre, con motivo de su último aniversario».
El semanario 'Paris Match' y una biógrafa de Juan Carlos I hacen una presentación muy polémica de las relaciones del Rey emérito y su hijo, el Rey Felipe VI, hablando de «ruptura» y «parricidio».
'Paris Match' publica varias páginas escogidas de una nueva biografía de Don Juan Carlos, escrita por Laurence Debray, titulada «Mon roy déchu» (Mi Rey depuesto), transcribiendo declaraciones atribuidas al Rey emérito, físicamente en muy buena forma, dejando entrever una cierta y melancólica tristeza.
«Algunos están muy contentos de que me haya marchado. Podría volver en cualquier momento, bastaría con tomar un avión», afirma Juan Carlos I, en sus declaraciones recogidas por Laurence Debray.
Según 'Paris Match', las relaciones con su hijo y sucesor, se habrían «deteriorado», llegando a afirmar que Felipe VI «ni siquiera habría felicitado a su padre, con motivo de su último aniversario».
«¿Regresará pronto a España?» le pregunta al Rey emérito su biógrafa, que responde: «No tengo ni idea. Algunos están muy contentos de que me haya ido».
Según Laurence Debray y «Paris Match» continúa en Abu Dabi, donde llevaría una vida tranquila, rodeado de muchos amigos locales, siguiendo muy de cerca la actualidad española, incluso siguiendo algunas actividades de La Zarzuela. Comentan el semanario: «A sus 83 años, aislado pero muy conectado, apuesta por la tecnología para burlar la nostalgia. Y sigue por videoconferencia, en su tableta, la misa que se celebra en el Palacio de la Zarzuela».
Según «Paris Match», Laurence Debray pudo entrevistarse con Don Juan Carlos la primavera pasada. El semanario publica fotografías más recientes, sin especificar la autoría de esas imágenes, realizadas con la evidente complicidad con el príncipe heredero de los Emiratos Árabes Unidos, Mohamed ben Zayed Al-Nahyane.
En las imágenes publicadas por «Paris Match», Juan Carlos I presenta una imagen entre melancólica y sonriente, de difícil interpretación.
Según su biógrafa, «el Rey Emérito no se queja, camina con ayuda de muletas y pasea su silueta adelgazada de paria en una casa sin pretensiones al borde del mar, fría. La suya es la imagen opuesta al estereotipo de ningún rey. Encarna algo así como la imagen de un “anti” monarca, en zapatillas, vaqueros y camiseras deportivas. Nada “aplastado” por el peso de la Corona». A su juicio «opuesto al estereotipo de rey, encarna el anti monarca, el que no está aplastado por el peso de la Corona».
«Paris Match» llega a afirmar por su cuenta y riesgo: «Con su hijo, el Rey de España, los vínculos se han roto…». Afirmación rotunda, que parece contrastar con la pasión íntima de Juan Carlos I por España y el seguimiento permanente de la actualidad: dialogando «con los amigos que le quedan».
En su libro, Laurence Debray hace análisis muy duros, de este tipo: «Felipe VI se esfuerza por reparar la herencia de Juan Carlos haciendo de la Corona una institución inatacable y regulada. Un parricidio en nombre de los intereses del trono. Juan Carlos es un rey caído, pero ante todo es un padre repudiado. Quizá su mayor fracaso resida ahí, en esta negación. Héroe político: la cara; antihéroe patriarcal: la cruz».
A juicio de Debray, «en España, el regreso de Juan Carlos I no es deseable».
EL HIJO ES UN RENEGADO
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