LA LUZ EN NEGOCIO SUCULENTO.

 O MEJOR UNA ESTAFA DEL GOBIERNO

La gente ya empieza a estar algo informada de las variables y partidas que intervienen en el precio de la electricidad en España, algunas verdaderamente curiosas, aunque, para entenderlas bien, pues han hecho todo lo posible para hacer la factura inentendible, hay que hacer un cursillo. Ya sabemos todos que las eléctricas y los políticos nos han estado tomando el pelo desde hace mucho tiempo y por eso se resisten, tanto los políticos del Gobierno como los de la oposición, a entrar en los detalles, no sea que la gente se enfade demasiado. El Gobierno ha formado un comité de expertos, a veces también llaman a estos comités de sabios, para hacer juegos malabares, o de triles, para pasar algunas tasas y algunos impuestos que se cargan a la factura eléctrica a otras partidas. Ya se empezó a hacer cuando se bajó el IVA del 21% al 10% ¿No pensará usted que nos van a permitir un agujero presupuestario? Así que ¿dónde está la bolita? Se trata ahora de descubrir, aunque no será muy difícil, a dónde van a ir aparar esas tasas y esas cargas impositivas para que, intentando engañarnos como si fuéramos tontos, lo que nos van a tener que bajar en el recibo de la luz nos lo suban en otros impuestos o en impuestos nuevos. Le apuesto una mariscada del Cantábrico que, bajo la coartada ecologista, eso irá a parar a nuevos "impuestos verdes" o a un nuevo impuesto para el mantenimiento de autovías y carreteras, como si no se pagaran ya hasta el 56% de impuestos en los carburantes. Por supuesto que ni Gobierno ni oposición van a entrar en el fondo del asunto, el de la generación de energía y el MIX eléctrico, porque saben perfectamente que podrían salir malparados. ¿Conoce usted, por ejemplo, que uno de los ridículos sobrecostes que usted paga en la factura eléctrica es una tasa por insularidad de algunas CC AA? Pues bien, pagar insularidad eléctrica a una comunidad autónoma como Canarias, donde perforas un metro y tienes fuego, es decir, toda la energía geotérmica que necesites, ¿no le parece ridículo? Pero, lo que seguro que no le van a contar es lo que sucede con el gas, no ya que pagamos la electricidad producida por centrales de ciclo combinado que utilizan gas, la más cara, al mismo precio que la nuclear y la hidroeléctrica, las más baratas, sino que estamos comprando gas argelino a casi el doble de precio del que nos vende Rusia. El pasado mes de junio España importó 6.567 GWh de gas ruso al precio de 28,67 euros el MWh (el 19,2% del total de las importaciones de gas) y 16.496 GWh de gas argelino, a casi 50 euros el MGh, que llegó a estar casi en 60euros MWh y que cuando escribo estas líneas ha bajado algo, hasta los 45 euros MWh) es decir, no le van a contar que compramos gas argelino al doble de precio del que nos ofrece Putin y que lo hacemos, no por razones comerciales, sino "geopolíticas". Sin embargo, Alemania tiene criterio muy diferente en este asunto y ya culmina las últimas obras del gasoducto del Báltico, Nord Stueam 2 (se trata de una segunda tubería) que unirá Rusia y Alemania. La coña de todo esto, porque el asunto tiene mucha guasa, es que el gas argelino que llega a España viene por dos gasoductos, uno directamente desde Argelia, uniendo Beni Saf con Almería (Gasoducto Medgaz) y otro que desde el mismo yacimiento en el desierto argelino de Hassi R'Mel surte de gas a Marruecos y luego une la ciudad marroquí de Tánger y la española de Tarifa (Gasoducto del Magreb). Aproximadamente la mitad del gas argelino que ha importado España en el primer semestre de 2021 ha llegado por el Gasoducto del Magreb. A mí me gustaría que nuestro país fuera autosuficiente en energía pero si me da a elegir entre que la llave de paso del gas la tenga Putin o la tenga "nuestro hermano" Mohamaad VI, no tengo ninguna duda, y encima D. Vladímir ni me cobra peaje y me vende el gas a mitad de precio. Por si esto aún no le ha puesto los pelos como escarpias, tengo que recordarle que Argelia acaba de romper relaciones diplomáticas con Marruecos y es más que probable que utilice el gas como arma para hacer desistir a Mohamaad VI de más ambiciones expansionistas. Rematemos la faena diciendo que tenemos unos maravillosos y muy grandes depósitos de gas vacíos en el Puerto de El Musel.