Madrid fulmina a la izquierda
El sondeo de GAD 3 para ABC pronostica un triunfo incontestable de la derecha en Madrid. Ni el guerracivilismo, ni la sobreactuación, ni la propaganda le funcionan esta vez a Sánchez
La encuesta de GAD 3 encargada por ABC afianza la expectativa de que el PP arrase en las elecciones de Madrid, con 62 ó 63 escaños de los 69 que le otorgarían la mayoría absoluta. De este modo, se refuerzan con claridad las posibilidades de que Isabel Díaz Ayuso gobierne con el apoyo de Vox en cualquiera de las fórmulas posibles. La previsión para el partido de Santiago Abascal es igualmente optimista para sus intereses ya que alcanzaría 14 escaños, incrementando así en dos su actual cifra de 12. Y todo ello, en contraste con el desplome del PSOE, víctima de un candidato a la deriva como Ángel Gabilondo, de sus vaivenes estratégicos y de que, a fin de cuentas, estas elecciones también representarán un voto de castigo a Pedro Sánchez. Si nada cambia en este convulso final de campaña en el que los tres partidos de la izquierda están abusando del sectarismo y el insulto, sus opciones de erigirse en alternativa a Díaz Ayuso serán nulas.
En efecto, ni siquiera la sobreactuada campaña de acoso a la derecha de los últimos días o la utilización del ‘antifascismo’ como reclamo movilizador le han funcionado al PSOE, Más Madrid y Podemos. Al contrario, en los últimos días la suma virtual entre PP y Vox se ha incrementado en dos puntos más, y ambos ya superan en quince a toda la izquierda. Esto demuestra que el victimismo exhibicionista de los ministros amenazados de muerte, la desesperada tendencia de Pablo Iglesias al mesianismo y al revanchismo, o la estigmatización del votante de la derecha, no le están sirviendo a la izquierda para ganar un solo voto más. Resulta especialmente llamativa la debacle que a priori sufrirá Gabilondo, un candidato que no solo no quería serlo, sino que el PSOE tampoco quería que lo fuera. Pasar de 37 escaños a 27-29 es un pronóstico devastador. Su desastroso debate televisado y su giro de impotencia hasta convertirse en subalterno de la estrategia radicalizada de Podemos no le han ayudado. Aquel «Pablo, tenemos doce días para ganar las elecciones» se salda de momento con el desperdicio de seis de ellos. Pero, ironías aparte, no solo falla Gabilondo. Está fallando el PSOE de los gurús electorales infalibles y de la propaganda sistematizada. Está fallando el líder balsámico que vacunará a toda España gracias a sus desvelos, y está fracasando aquel Sánchez que movilizaba a la izquierda con solo aludir al franquismo exaltando el voto del miedo frente a media España ultraderechista. El 4 de mayo promete ser amargo para Gabilondo, pero inquietante para Sánchez porque las urnas pueden provocar movimientos telúricos en la legislatura gracias al empuje de Díaz Ayuso.
Más trágico será todo para Ciudadanos, sin representación y abocado al abismo de su disolución porque el centro regenerador se ha asfixiado en sus propias contradicciones y en la carencia de liderazgo. Quedará en el aire el futuro de Iglesias porque su ‘efecto’ habrá sido inútil aun sumando cuatro escaños a sus siete actuales. Todo apunta a la agonía terminal de los partidos que encarnaron la ‘nueva política’ hace unos años, y que ahora dejan paso a Vox y a Más Madrid. No obstante, resulta sintomático que este partido de la izquierda, que por exclusión de PSOE y Podemos ha recibido los mayores parabienes y simpatías mediáticas, se vaya a limitar poco más que a repetir sus veinte escaños pese a su incisivo guerracivilismo. El varapalo de la izquierda apunta a ser severo porque esta vez ni siquiera la desahogada sumisión de todas las televisiones públicas a Sánchez e Iglesias está logrando que su electorado reaccione. Hasta las mentiras están dejando de funcionarles.
CUIDADO CON EL PUCHERAZO
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