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domingo, 21 de febrero de 2021

UN PROFESOR DE FILOSOFÍA,PERSEGUIDO A MUERTE POR DENUNCIAR EL CRECIMIENTO DEL ISLAMISMO EN FRANCIA.

 Un profesor de filosofía, perseguido a muerte por denunciar el crecimiento del islamismo en Francia

Didier Lemaire se ha visto forzado a presentar su dimisión y alejarse de su instituto por estas razones: «Por mi seguridad, por la seguridad de mis alumnos y mis colegas».

Didier Lemaire, profesor de filosofía, se ha convertido en uno de los hombres más perseguidos de Francia por hacer esta declaración: «El islamismo está ganando la batalla en el pueblo donde yo trabajo, Trappes. Y esa victoria no es un caso aislado…».

Didier Lemaire ha sido profesor de filosofía en el liceo La Plaine de Neauphle, de Trappes (Yvelines, al oeste de París, 32.000 habitantes) y se ha visto forzado a presentar su dimisión y alejarse de su instituto por estas razones: «Por mi seguridad, por la seguridad de mis alumnos y mis colegas, quizá sea razonable que deje de enseñar. Es una evidencia: los islamistas han ganado la batalla en Trappes. Y en tras ciudades francesas. Y tardará mucho tiempo, serán necesarios muchos hacer esfuerzos, antes de hacerlos retroceder, vaya usted a saber cuando».

Tras los atentados terroristas del otoño pasado, culminando con la decapitación de un profesor, Samuel Paty, Didier Lemaire decidió abordar con sus alumnos el problema de fondo: la libertad de enseñanza, la crítica de la intolerancia y el odio cultural, religioso … y descubrió, espantando, que tenía muchos alumnos simpatizantes, directa o indirectamente, de tesis islamistas.

Lemaire decidió lanzar varias alertas, ante la dirección de su instituto, ante la Academia regional de Versalles. Cuando esas advertencias llegaron a la opinión pública, Lemaire se transformó en un «enemigo público» para una parte de la Francia musulmana (de 5 a 7 millones de franceses musulmanes) y para una parte considerable del islamo izquierdismo, la franja política de izquierda y extrema izquierda que dice «comprender» y comparte, directa o indirectamente, tesis políticas donde el islamismo prolifera desde hace años.

Ali Rabeh, el alcalde de Trappes, la ciudad donde enseñaba Lemaire, nació en el seno de una familia musulmana de origen marroquí. Hizo toda su carrera política como hombre de confianza de Benoît Hamon, el candidato socialista a la elección presidencial de 2017. Y es uno de los símbolos emblemáticos del «nuevo socialismo» que defiende Hamon, antiguo burócrata del PS, al frente de un grupúsculo izquierdista, «Génératios.s» con una tendencia aparente a sostener tesis próximas al islamo izquierdismo.

Rabeh recibió las denuncias de Lemaire como una declaración de guerra a primera sangre política. Y lanzó una campaña municipal contra el profesor de filosofía.

Lemaire y Rabeh se dicen, ambos, «amenazados de muerte». El profesor de filosofía ha decidido abandonar temporalmente la enseñanza. Rabeh prefiere seguir ejerciendo como alcalde y cuenta con el apoyo político de Benoît Hamon, Jean-Luc Mélenchon, el líder de «La Francia insumisa» (LFI, extrema izquierda populista), y de toda la izquierda socialista y comunista, con simpatías a geometría variable hacia las tesis del islamo izquierdismo.

Corromper el tejido social

Rabeh denuncia una campaña del profesor contra la alcaldía de Trappes. Didier Lemaire estima que el islamismo está corrompiendo una parte del tejido social de la periferia de algunas grandes ciudades francesas, y comenta el proceso de este modo: «En Trappes y otras ciudades hemos dejado de estar en Francia. En algunas ciudades y algunos barrios hemos dejado de vivir en nuestra República. Ni la libertad de conciencia, ni el uso del cuerpo, ni la igualdad están garantizadas. En Trappes y otras ciudades de la periferia parisina, el comportamiento de los hombres no tiene nada que ver con las costumbres francesas y el arte o las relaciones de la seducción. Si una mujer magrebí se atreve a sentarse en la mesa de un café, donde solo hay hombres, está condenada a soportar observaciones de todo tipo. En la calle, si no va vestida como los hombres piensan que debe hacerlo pueden escupirla o insultarla, si no amenazan con violarla».

Tras abandonar la enseñanza y el estallido de la crisis, Didier Lemaire está protegido día y noche por varios gendarmes y policías especializados en la seguridad de personalidades amenazadas de muerte.

El gobierno francés trabaja en la aprobación de un proyecto de Ley que deberá combatir el islamismo, desde sus más profundas raíces, religiosas, culturales, convertido en movimiento separatista en la Francia del siglo XXI. Didier Lemaire tiene algunas dudas: «La lucha contra el islamismo será larga. La Ley quizá sea un buen primer paso. Pero las raíces de la crisis son muy profundas».

ESTO SON LOS QUE PIDEN DEMOCRACIA PERO PARA ELLOS SÓLO

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