Foto. José Ángel Miyares Valle
SIEMPRE A SU LADO COMO UNA SOMBRA
¿Se le debe
regalar al niño lo que más le gusta o lo que más le conviene?.
Vengo
observando desde hace tiempo, que como hay pocos hijos en la familias, se
establece entre los familiares más directos la competición por ver quién puede agradar
mas al niño con regalos que les gusten,
de tal forma que ese niño se fije en la persona más dadivosa , sea la preferida
y la más querida sin ver las consecuencias de esa mala praxis.
Pues bien no
es difícil ver a los niños de muy corta edad que sin saber casi hablar ya saben
darle a la tecla del teléfono móvil de sus padre o abuelos para ver juegos
y otras monerías con buen placems y
regocijo de sus familiares, incluidos
padres viendo como su vástago va a ser el más virtuoso en la informática para
futuro de la sociedad que nos espera.
Pues bien,
tras estas hazañas, el niño según va creciendo necesita mayores retos y no es
difícil verlos con 8 años con teléfonos y consolas y todo tipo de artilugios
informáticos restándole tiempo de juego de patio y relación con otros
compañeros, todo este despropósito lleva al niño a ser un introvertido y a
tener miedo a relacionarse con otros niños en el juego de calle y ser muy
inseguro, sino tiene el artilugio online en sus manos
Vd. le da al
niño el teléfono de su padre y el niño se entretiene y si está enganchado al juego aparentemente inocente, el niño
parece que no existe y no da guerra se le aparca encima de una silla y ya no
hay niño por el que haya que preocuparse , sin darse cuenta que el niño está en el lugar más peligroso donde no
debería estar y a la vista de todos.
Uno de los
dueños del Google decía que a sus hijos no los dejaba tocar ningún aparato
electrónico hasta que no tuvieran 12 años, ni una calculadora. ¿Será que no
sabe lo que tiene en sus manos?
Pues bien
ahora tenemos niños que juegan dinero en sus teléfonos ,adictos a la nuevas tecnologías restándoles ,descanso
y tiempo para sus estudios y relaciones humanas, esto lleva
a desarrollar unos jóvenes que no van entender el mundo humano
que les rodea y estarán mucho más cerca
de los robots que de sus padres, niños faltos de sentimiento ,empatía y valores humanos, donde todos debemos hacer
un esfuerzo por reforzar esta parcela abandonada.
O hacemos un
serio examen de conciencia con sicólogos y sociólogos, educadores y
profesores, padres, abuelos y familias o la sociedad futura que nos espera no
la vamos entender, ni ellos van ser felices y aumentarán los suicidios porque
se ha perdido el sentido de comunicación presencial, del tu a tu, merándose a
los ojos y sintiendo qué su corazón palpita por las emociones de sus amigos y
familia. ¿Qué sociedad queremos?
Tecnología
sí, pero a su debido tiempo, sabiendo para qué y cómo usarla.
José Ángel
Miyares Valle. Educador
No hay comentarios:
Publicar un comentario