El documento de la reforma de las pensiones que oculta el Gobierno.
Existe cierta desazón entre los agentes sociales porque el Gobierno les está
ocultando
datos sobre la reforma de las pensiones. Hasta el momento, les ha remitido
un dossier con siete folios en los que se recogen las líneas generales del
anteproyecto, pero no el impacto que va a tener sobre la cuantía de las
prestaciones. Éste figura en otro documento que la ministra de
Empleo, Fátima Báñez, ha decidido no revelar por ahora a los
miembros del Pacto de Toledo.
El informe, de unos 25 folios, incluye una serie de tablas y gráficos que
ponen en contraste la fórmula elegida por el Gobierno y la que proponía el comité
de expertos al que el propio presidente del Ejecutivo encargó el diseño de
la reforma. Gira sobre dos ejes: el primero, muy de Rajoy, crea
un factor que ajusta la cuantía de las pensiones a la esperanza de
vida, lo cual conducirá irremisiblemente a una
devaluación de éstas, pero aleja
su implantación de cualquier cita electoral. El segundo, también muy de
Rajoy, crea un factor para revisar las pensiones año a año en
función de los ingresos y los gastos del sistema, como le pedían los expertos y
la Comisión Europea, pero sin ligarlo del todo del IPC, ya que impone un
suelo en la revalorización (0,25%), así como un techo (IPC más 0,25%). Es
decir, que cumple con todos sin cumplir con nadie más que con su calendario
electoral.
La clave está en la página 15 del documento todavía oculto. En él figura una
tabla con una simulación de cómo se revalorizarán anualmente las pensiones según
el modelo ideado por el Gobierno, y cómo lo harían si se hiciera caso a los
expertos. Hemos elaborado el gráfico adjunto con dicha tabla.
Si el lector no se fija mucho parece que el modelo elegido por Rajoy nos
libra de tres años de caída abrupta de las pensiones, y después lo compensa con
un incremento más paulatino en los años en los que supuestamente la economía se
recuperará.
Sin embargo, de una lectura más detenida de la evolución, se desprende que
el Gobierno no contempla subir las pensiones más de un 0,25% durante
2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019. En un alarde de generosidad
con la tercera edad plantea que las prestaciones suban en 2020 ¡un 0,4%!
Y en 2021 ¡un 1,1%! Ya en 2022 se podría estirar a un 1,65%. Mientras
tanto, los precios, según las previsiones del Gobierno, subirán entre un 1,6% y
un 1,8% cada año de aquí a 2016. Posteriormente a esa fecha, si la economía
sigue al alza, la presión de la inflación será mayor. Por tanto, la pérdida de
poder adquisitivo de los pensionistas es evidente y notable.
Esta simulación permite al presidente cuadrar el círculo de sus compromisos:
es verdad que, como prometió a sus electores, no va a congelar las
pensiones y van a tener cierta relación con el coste de la vida, pero
para compensar a sus socios europeos, las prestaciones van a ser revalorizadas
al mínimo pese a que la economía ya se haya recuperado y los recursos del
sistema permitan una subida mayor.
El gráfico esconde otra trampa. El comité de expertos planteaba un ajuste de
las pensiones a los recursos del sistema de la seguridad social. Eso implicaba
congelarlas los primeros años, pero nunca rebajarlas. Son especialistas en
pensiones y, por tanto, se han leído el artículo 50 de la Constitución,
que prohíbe cualquier revisión por debajo de cero de las prestaciones.
Por tanto, la comparación entre el sistema actual, fijado al IPC, el que
proponen los expertos y el que plantea el Gobierno quedaría fijado en el
siguiente gráfico, y no en el elaborado por el Ejecutivo.
Despejadas todas las incógnitas sobre la reforma de las pensiones, cabría
responder a las siguientes preguntas:
1. El Gobierno dice que no bajarán las pensiones, ¿pero lo
harán? Sí, cuando a partir de 2019 se aplique el factor de solidaridad
intergeneracional, la pensión a la que tenga derecho cada jubilado se repartirá
entre un mayor número de años, por lo que la prestación anual será menor.
2. ¿Se congelarán las pensiones en algún momento?
No, el factor de revisión anual que ha diseñado el Ejecutivo impedirá que suban
menos de un 0,25% cada año.
3. ¿Perderán poder adquisitivo los pensionistas?
Sí, y además lo harán de forma continua. Durante estos primeros años, las
pensiones subirán mucho menos que la inflación. Pero incluso cuando la economía
se recupere, el techo fijado por el Gobierno hará muy difícil que las
prestaciones recuperen el terreno perdido.
COMENTARIO.TODOS LOS PENSIONISTAS A LA CALLE PARA EMPEZAR A HABLAR.Ahora deberían salir todos aquellos expertos y que se gastaron mucho dinero
sobre todo de Caixa Cataluña, diciéndonos que los inmigrantes nos iban a
garantizar las pensiones ¿Dónde están todos esos iluminaos?, por otro lado la
calidad de la sanidad y la educación han bajado en todas tas comunidades y es
lógico donde comen cuatro pueden comer cinco pero no doce. Vemos que en Europa
van creciendo los partidos que aquí alegremente les llaman populistas mientras
la izquierda va desapareciendo por completo.
4. ¿Cuál será el primer gobierno que sufra los efectos
impopulares de un recorte nominal de las pensiones? El que gane las
elecciones dentro de dos legislaturas. Rajoy posiblemente no.
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