GOLFOS DELATORES.CORRUPCIÓN POR DOQUIER

 

Los españoles estamos llegando al límite de nuestra capacidad de asombro ante los escándalos de corrupción que salpican a la vida pública española. Algunos de sus protagonistas, fundamentalmente los partidos políticos, se encuentran metidos en casi todos los casos sembrando el desconcierto entre la ciudadanía. Es necesario, por el bien de todos, que urgentemente se arbitren medidas que permitan sanear la vida pública española y, especialmente, que se encuentren instrumentos capaces de detectar la corrupción allá donde se produzca.

Tarde o temprano, los ciudadanos acabamos sabiendo quienes son los culpables de tales conductas indecorosas, faltas de ética o punibles penal o civilmente, pero casi nunca, por no decir nunca, el descubrimiento de las fechorías es la consecuencia de los mecanismos dispuestos para llegar a la verdad. Casi siempre es un golfo el encargado de delatar los desatinos que se cometen en la gestión de la cosa pública. Bárcenas ha sido el último, pero no el primero. 

El socio de Urdangarín, un tal Torres, otro golfo, ha tirado de la manta para defenderse, poniendo al descubierto lo turbios asuntos del Instituto Noós en el que él participaba. Juan Francisco Trujillo, el exchófer de Francisco Javier Guerrero Benítez, que fuera director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía, reveló a la juez Alaya que Guerrero fue el artífice de la concesión de las tres subvenciones públicas que él recibió en el año 2004. Otro golfo denunciando a 

asi siempre es un golfo el encargado de delatar los desatinos que se cometen en la gestión de la cosa pública. Bárcenas ha sido el último, pero no el primero un sinvergüenza. "En estos momentos, mi situación y sentimientos hacia ti son asépticos totalmente. Aunque pienso que en el tema de negocios podríamos hacer cosas beneficiosas para ambos”.  En junio de 2010, Victoria Álvarezescribió un correo electrónico en esos términos al que dos años antes había sido su amante, Jordi Pujol Ferrusola. Apenas un mes después de esa comunicación, Álvarez se reunió para comer con la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho,para explicarle que el primogénito de los Pujol se dedicaba al blanqueo de capitales. Una exnovia cabreada que trataba de hacer negocios con quien no le dejaba untar en la sartén. 

El coronel Perote, exjefe de la Agrupación Operativa del servicio secreto, un espía español parecido al excontratista del espionaje norteamericano Edward Snowden, al que se ha calificado de traidor, reconoció que en la Semana Santa de 1995 entregó aMario Conde, en la Finca La Salceda, propiedad de este último, los papeles del Cesid. 

Son sólo algunos ejemplos de la forma en que la sociedad ha podido llegar a conocer conductas ilegales de personajes más o menos públicos. Debería de llenarnos de sonrojo el hecho de saber que los delincuentes aparecen como tales cuando son denunciados por otros delincuentes o por personas carentes de toda ética, que callaron mientras les interesó y que hablaron, no por conocimiento de hechos denunciables, sino por venganza o por intereses propios. No denunciaron para que la sociedad supiera lo que estaba pasando, sino porque les convenía; ellos también estaban en el pastel y fueron descubiertos o arrojados a las tinieblas.

Me gustaría que Rajoy diera la cara pero no me gustaría que fuera un golfo el que se la partiera. Debería ser la sociedad, a través de controles, la que pudiera denunciar y defenderse sin la ayuda de chantajistas, extorsionadores o vengativos. Media sociedad engañando a la otra media.