LOS HOMBRES SON HÉROES Y LAS MUJERES VICTIMAS EN LOS TERREMOTOS

 Los hombres son héroes y las mujeres, víctimas: el estudio que ve perspectiva de género en el terremoto de Lorca

Investigadoras de la Universidad de Oviedo concluyen que existe un «doble rasero» a la hora de evaluar el papel de hombres y mujeres en el desastre. El análisis forma parte del proyecto Gender, que nació con el Gobierno de Rajoy

Tres investigadoras de la Universidad de Oviedo concluyen en un estudio que toma como ‘ muestra’ de desastre natural el seísmo acaecido el 11 de mayo de 2011 en Lorca (Murcia) que «las mujeres, lejos de situarse en un segundo plano en la respuesta a las catástrofes, desempeñan un rol muy importante, de acción protectora y pendientes siempre de las personas vulnerables», defiende la profesora de Sociología Rosario González, una de las coautoras del trabajo. El análisis, financiado dentro del proyecto Gender (2017-2021), aprobado durante el Gobierno de Mariano Rajoy, releva que existe un «doble rasero» a la hora de evaluar el papel de hombres y mujeres en el desastre y que a ellos se les concibe como rescatadores y a ellas como beneficiarias de la ayuda masculina, por lo que concluye que se reproducen estereotipos de género en estas tragedias.

Las autoras lo corroboran al entrevistar a los damnificados, en este caso, los ciudadanos de la localidad murciana.

En el terremoto de 2011, que dejó nueve víctimas mortales, ellas estuvieron presentes tanto en la fase de evacuación como en la de rescate. «Las sugerencias de las mujeres fueron y son estratégicas en las catástrofes, extienden redes comunitarias, colectivas, siendo la acción del hombre, basada en la fuerza, en la energía del salvamento, más individual. Los hombres son percibidos como protagonistas, muestran sus actividades con una narrativa heroica, casi épica, explicando los detalles vinculados al riesgo que asumen para salvar vidas», añade González.

Su compañera titular del departamento, la profesora Sandra Dema, apunta que el «avance científico de este estudio es que desafía la creencia de que las mujeres son meras víctimas del rescate». «Si se entiende lo que significa el papel femenino y qué aporta en estos desastres», tomando como punto de partida la experiencia de Lorca, «se pondrá en práctica una gestión más práctica y eficiente y se derivará un cambio en las catástrofes que ocurran en un futuro».

El trabajo, que fue publicado en la revista ‘International Journal of Disaster Risk Reduction’, defiende que es necesario generar un cambio de percepción social sobre el rol de las mujeres en las catástrofes acorde con lo que sucede realmente sobre el terreno.

La Universidad de Oviedo dio a conocer el resultado de esta investigación el pasado martes. Para hacerlo realidad, las investigadoras cumplimentaron los requisitos técnicos que exige la financiación pública avalada por el Ministerio de Economía y consiguieron que el Ministerio de Ciencia del Gobierno de Mariano Rajoy consignase en el año 2017 60.500 euros dentro de la línea I+D+i del Proyecto Gender, que es un proyecto que vincula género con desastres y riesgos y en el que participan varias universidades. La convocatoria del proyecto tiene una vigencia para el periodo 2017-2021.

Fuentes de la Universidad de Oviedo defienden a ABC el hecho de que una investigación sociológica haya conseguido el respaldo del erario público, cuando asiduamente «los proyectos financiados pertenecen a áreas como la biosanitaria y es muy difícil ‘arrancarlos’ para la de ciencias sociales». Este es un proyecto de referencia, publicado en un medio de «máximo impacto en su área de conocimiento», corroboran desde la Universidad, orgullosos del trabajo de sus docentes.

Ni invisibles ni pasivas

Las profesoras niegan que se pueda concluir otra cosa que «el terremoto de Lorca reprodujo estereotipos de género. Lo que se dice en la investigación es que socialmente los hombres aparecen como protagonistas. Y eso ignora el papel activo que desempeñan las mujeres en el rescate, oculta su capacidad de organización y resiliencia en contextos de emergencia». Ponen varios ejemplos, como la red de voluntarias que puebla Cruz Roja y la asistencia a los afectados por el volcán de La Palma.

El análisis de las profesoras también cuestiona el papel que de las tragedias ofrecen los medios de comunicación. «Existe un imaginario social, con amplia difusión en los medios, que relaciona el rescate con el despliegue de habilidades y capacidades tradicionalmente masculinas, como la valentía, la rapidez y la toma de decisiones», explica Dema en la investigación original.

«Se trata de labores que realiza el personal de Protección Civil y Bomberos, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, instituciones todas ellas masculinizadas. Al poner el foco en el rescate desde ese punto de vista se invisibiliza el tipo de actuaciones que lleva a cabo la población para ponerse a salvo y rescatar a aquellas personas que tienen a su alrededor cuando sucede una catástrofe», añade esta profesora nacida en Francia y con un largo currículum de artículos y publicaciones en la rama de la Sociología de Género y Desarrollo.

El proyecto Gender nació en 2017

El proyecto de la Universidad de Oviedo concurrió en concurso competitivo a la subvención pública otorgada por el Gobierno en 2017. El proyecto de I+D+i se presentó a la convocatoria del programa estatal de la investigación científica y técnica de excelencia, en el area FEM (estudios de género). La publicación de las investigadoras, en concreto, y según fuentes del actual Ministerio de Ciencia, es del año 2020 y se centra en analizar el tratamiento de la comunicación del terremoto. Desde el ministerio afirman que el objetivo del proyecto Gender es explorar el impacto y vivencias de los desastres naturales sobre mujeres y hombres, en la línea de otras investigaciones internacionales. En el proyecto participan varias instituciones hispanoamericasnas, como la Universidad de Oviedo y la de Concepción, ha dado lugar a 7 publicaciones, 22 comunicaciones o 2 tesis doctorales. Para la profesora Sandra Dema, tras el protagonismo primigenio del feminismo anglosajón, ahora es el latino el que toma el mando en «revertir la desigualdad de género».