Miles de personas se manifiestan contra la OTAN en la capital a tres días de la Cumbre de Madrid
El recorrido fue de Atocha a Plaza España y la organización cifró la asistencia en más de 30.000 manifestantes
Acompañadas por el buen tiempo en la capital, 23°C, miles de personas han protestado este domingo contra la Cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid estos 29 y 30 de junio. La presencia en la manifestación del líder del PCE, Enrique Santiago, había generado revuelo porque como secretario de Estado no deja de ser un alto cargo del mismo Gobierno anfitrión de la reunión de la Alianza Atlántica. Su papel, no obstante, ha sido testimonial. Se ha incorporado a la manifestación cuando ya había arrancado, se ha colocado en la cabecera del PCE lo justo para que le hiciesen la foto y ha abandonado la marcha mucho antes de su conclusión.
A pesar de que las reivindicaciones antimilitaristas y contra la OTAN son compartidas en todo el espacio de Unidas Podemos, en la coalición han optado por un perfil bajo para no tensionar el Gobierno con el PSOE.
Podemos ni ha asistido e Izquierda Unida ha dejado el protagonismo en su portavoz federal, Sira Rego, quien ha reivindicado la participación de IU, muy por detrás de la cabecera principal, por su «ADN» en favor de «la cultura de la paz». La presencia de Yolanda Díaz, Ione Belarra, Irene Montero y Alberto Garzón habría sido demasiado difícil de digerir para Pedro Sánchez, más si cabe con la importancia que reviste esta cumbre para la Alianza Atlántica por la guerra en Ucrania provocada por la invasión de la Rusia de Vladímir Putin.
La presencia más esperada
En la delegación del PCE, justo detrás de IU, coalición de la que forma parte el partido comunista, sí había diputados como Miguel Ángel Bustamante y eurodiputados como Manuel Pineda. Pero la presencia más esperada y más significativa era la de Santiago, secretario de Estado de la Agenda 2030, que ha acudido con gafas de sol y pocas ganas de protagonismo.
Más allá de la clave política, donde esta legislatura ha habido importantes roces entre PSOE y Unidas Podemos a cuenta del envío de armas a Ucrania, la manifestación ha transcurrido con absoluta tranquilidad, entre Atocha y Plaza España, y un lento avance. Néstor Rego, diputado del BNG, encabezaba la sección del nacionalismo galllego, también contraria a la OTAN.
En un ambiente festivo, se han sucedido cánticos pacifistas y antimilitaristas que pedían disolver la Alianza Atlántica, destinar el dinero de Defensa a educación y sanidad, y terminar con las «fronteras» y el control migrarorio.
También se han dado cánticos contra el Gobierno, especialmente contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por el salto de la valla de Melilla donde han muerto al menos veintitrés inmigrantes esta semana. «Grande-Marlaska, salta tú la valla».
Cánticos contra la UE y el Ejecutivo
A la altura de Cibeles, aunque banderas ucranianas acompañen a las españolas que rodean a la diosa, se han producido también cánticos contra la Unión Europea (UE). «La UE mata, la OTAN remata».
Aislados manifestantes han tachado al Ejecutivo de «hipócrita, racista e imperialista». Una nota discordante entre los clásicos, «OTAN, no», «fuera bases» y «gastos militares, para escuelas y hospitales».
Las juventudes comunistas, en un tono que contrasta con el mensaje que buscaba transmitir la protesta, clamaban por enviar a «la hoguera» a «los poderes». Pero no ha habido ni atisbo de incidencia y el amplio despliegue policial ha sido un mero testigo de la protesta. Actuaciones de La Otra y de Alicia Ramos al final de la marcha, con un colofón final de los organizadores: «No a la guerra, sí a la paz».
Según la organización, 30.000 manifestantes han secundado la protesta. La Delegación del Gobierno baja la asistencia a 2.200. Una guerra habitual en las cifras que no hay cántico por la paz que mitigue.
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