Argelia eleva el tono con España y rompe la base de sus relaciones
La decisión de suspender el Tratado de Amistad se produjo horas después de que Sánchez sacara pecho en el Congreso del giro sobre el Sahara
Respeto a la legalidad internacional. Igualdad soberana. La no intervención en asuntos internos. Abstención a recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza. Arreglo pacífico de controversias. Cooperación para el desarrollo. Respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de las personas, Diálogo y comprensión entre culturas y civilizaciones. Estos son los ocho principios generales del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación que España y Argelia firmaron en octubre de 2002. Un pacto que Argelia decidió este miércoles suspender de forma «inmediata» –según informó en la Presidencia de la República a través de la agencia de noticias estatal argelina– tras la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, donde defendió que el giro de España sobre la cuestión del Sahara Occidental era «positivo».
«Las autoridades españolas han realizado una campaña para justificar la posición que han adoptado sobre el Sahara Occidental en violación de sus obligaciones jurídicas, morales y políticas como potencia administradora del territorio que pesan sobre el Reino de España hasta que finalice la descolonización del Sahara Occidental», precisó Argelia en el comunicado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación de España lamentó este anuncio y a través de un comunciado, reafirmó su «compromiso pleno con el contenido del Tratado y los principios»: «El Gobierno de España considera a Argelia un país vecino y amigo y reitera su plena disponibilidad para seguir manteniendo y desarrollando las especiales relaciones de cooperación entre los dos países, en beneficio de ambos pueblos».
[Este es el Tratado de Amistad y Cooperación que Argelia ha suspendido]
España y Argelia firmaron este tratado en 2002 durante la visita de Estado que realizó el presidente Abdelaziz Buteflika. Según la ficha país de Argelia publicada por el Ministerio de Exteriores de España en su página web, «las relaciones bilaterales están ancladas» en este acuerdo, que «fundamenta el carácter estratégico de nuestra relación bilateral».Esto quiere decir que a partir de este pacto se estableció un marco recíproco de entendimiento y cooperación, que son «garantías esenciales para la paz, la estabilidad y la seguridad de la región, y la mejor manera de servir a los objetivos de progreso y desarrollo de los dos pueblos».
Nuevo revés en las relaciones
La suspensión de este tratado de amistad supone un nuevo revés por parte de Argelia a España, con el que visibilizar la escalada de tensión entre los dos países. Un distanciamiento que comenzó el pasado 20 de marzo, cuando Argel llamó a consultas a su embajador en Madrid, lo que se acerca a la ruptura de las relaciones por parte del país vecino. Esto fue motivado por el anuncio –un día antes, el 19 de marzo– del cambio de posición del Gobierno de Pedro Sánchez sobre la cuestión del Sahara Occidental.
A través de una carta dirigida a Mohamed VI de Marruecos, Pedro Sánchez dio un giro histórico a la postura que España siempre había tenido sobre este territorio –situado entre Marruecos, Mauritania y Argelia–, para tomar partido por Rabat. España se posicionó a favor de la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental, lo que le sirvió –en principio– para poner fin al conflicto diplomático con Marruecos. Una crisis que comenzó en mayo de 2021 con la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, en España.
Que el Sahara Occidental se convirtiera en la moneda de cambio para la reconciliación entre España y Marruecos, provocó una nueva brecha con otro país vecino del norte de África, que se sintió traicionado: Argelia.
Tras retirar a su embajador en España, Argelia comenzó con las amenazas sobre el gas, hasta tal punto que intentó romper los contratos de suministro si el Ejecutivo de Sánchez permitía a Marruecos utilizar el gasoducto del Magreb, que fue cerrado por Argel el pasado mes de octubre. Este país es el segundo proveedor de gas a España, solo por detrás de Estados Unidos. En este sentido, el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, afirmó a última hora de este miércoles que todo va a seguir igual: «El Gobierno argelino es muy conocido por ser un socio fiable y un suministrador fiable». Reiteró además que «la voluntad del pueblo de España es tener las mejores relaciones con Argelia, como con todos nuestros vecinos».
Habrá que esperar para conocer la cesión que planea el Gobierno de Sánchez para –como con Marruecos– iniciar un acercamiento con Argelia.
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