Una pandemia de irregularidades
Hubo miedo y hubo prisa, pero también una falta de ética empresarial que los tribunales deben localizar y castigar
Bien orquestado y mejor amplificado, el ruido de fondo provocado por los comisionistas del Ayuntamiento de Madrid en el escándalo de las mascarillas no pasa de ser uno más de los incontables casos de contratación sobre los que cae la sombra de la sospecha. Las denuncias se acumulan y las investigaciones se suceden en la Fiscalía, que apunta a las adquisiciones de material sanitario que con carácter de urgencia, por encima de los trámites reglamentarios y en un mercado tensado por la demanda firmaron las distintas administraciones para surtirse de material contra el Covid. Los equipos de Salvador Illa, José Luis Ábalos o Fernando Grande-Marlaska están en el punto de mira de una Justicia que ahora debe distinguir entre la excepcionalidad -una pandemia globalizada- y el aprovechamiento que algunos sacaron de un desastre cuyo saldo de vidas humanas nunca conoceremos.
Hubo miedo y hubo prisa, pero también una falta de ética empresarial que los tribunales deben localizar y castigar.
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