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domingo, 25 de abril de 2021

UNA NEGLIGENCIA IMPIDIÓ DETENER EL ENVÍO DE LOS SOBRES CON BALAS.

 Una negligencia impidió detener el envío de los sobres con balas

Correos abre una investigación a la contratista de seguridad por ignorar las imágenes del escáner y pide el relevo del vigilante.

Correos ha abierto una investigación a la empresa a la que tiene adjudicada su seguridad, INV Vigilancia, para depurar responsabilidades por el hecho de que los controles no interceptaran las cartas dirigidas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y al candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, y que contenía diversa munición. En una carta a la que ha tenido acceso ABC, el jefe del Área de Seguridad de Correos, Javier Pumares, asegura que han sido recuperadas las imágenes grabadas en el Centro de Tratamiento Automatizado de Vallecas y que, tras su análisis, «se comprueba que los tres sobres fueron matasellados e inspeccionados sin que el operador de servicio fuera capaz de detectarlos».

Según Correos, esta circunstancia se encuentra tipificada «como un incumplimiento muy grave» del pliego de condiciones técnicas suscrito con la empresa INV Vigilancia, por lo que «ha decidido abrir un expediente a esa comercial» al haberse vulnerado el apartado 9.2 que dice: «La empresa adjudicataria debe velar por que el personal que participa en los servicios de inspección de la correspondencia cuenta con una adecuada capacitación en la utilización de los mismos, y que su actitud sea acorde al desarrollo de la actividad».

«Con independencia del resultado final que se determine», Correos ha decidido no solo la apertura del expediente, sino comunicar a la empresa «el apercibimiento más severo por el incumplimiento en el que se ha incurrido y por el daño a la imagen, al prestigio y al buen nombre» de la empresa. Además, solicita«la retirada inmediata del servicio» del vigilante que operaba el equipo pues fue «incapaz de identificar los proyectiles que portaban» los tres paquetes dirigidos a Grande-Marlaska, Gámez e Iglesias.

Esta misma tarde, los secretarios generales de los sectores postales de CC.OO., Regino Martín Barco, y UGT, José Manuel Sayagués, habían enviado una carta al presidente de Correos, Juan Manuel Serrano Quintana, en la que expresan su «extrañeza» por la llegada al Ministerio del Interior de los tres envíos postales. En la carta, según ha podido saber ABC, los sindicatos recuerdan que en la época de ETA se impusieron «numerosas medidas de seguridad para impedir que un servicio público como el nuestro fuese utilizado para otros fines diferentes a su función».

Mecanismos de detección

Entre estos instrumentos citan las inversiones realizadas en mecanismos de detección de envíos sospechosos o la implantación de protocolos «en toda la red postal». Todo ello para impedir «la circulación de objetos como los citados», un objetivo alcanzado con éxito hasta el momento ya que las medidas de seguridad implantadas «han permitido afirmar que la red postal es segura». «Así, se consolidaron dos de los atributos que mejor identifican al Servicio Público Postal, su seguridad y su fiabilidad». Además de su «extrañeza», los sindicatos muestran su preocupación por el peligro que «conlleva para los trabajadores y clientes de Correos» el que tres envíos postales como los citados lograran sortear los mecanismos de seguridad de la compañía y llegar a su destino sin problemas.

Piden una investigación

Por ello, reclaman a Serrano Quintana la realización de un análisis de los actuales protocolos de seguridad para detectar fallos «en aras a mejorar nuestros sistemas de detección de envíos que ni pueden ni deben circular por nuestra red». Asimismo, le piden que «informe de si se ha modificado la operativa de seguridad que venía funcionando hasta fechas recientes» y que les detalle si «va a realizar una auditoría de los procesos de seguridad que se aplican en la actualidad». Los sindicatos creen que Correos no puede permanecer de brazos cruzados ante la utilización de la compañía pública como vehículo de amenazas y envío de material peligroso, sino que debe adoptar medidas para «detectar posibles necesidades que precisen nuevas inversiones para la adecuación y mejora de los sistemas actuales».

La carta concluye confiando en que el presidente de Correos atenderá la petición e informará a los representantes de los trabajadores sobre el «resultado de estas iniciativas» como «responsable máximo» de la compañía. Creen los sindicatos que solo así se podrán preservar «los atributos de seguridad y fiabilidad que han caracterizado» a la empresa.

NO ME LO CREO TAMPOCO.

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